París - El juez de instrucción antiterrorista francés, Christophe Teissier, renovó el pasado 10 de octubre la orden de detención del histórico dirigente de ETA José Antonio Urrutikoetxea Bengoetxea, Josu Ternera, para el que el país galo reclama diez años de prisión por integración en organización terrorista en relación con su papel como negociador en 2012 en el frustrado proceso de negociación en Noruega.
Este mismo juez autorizó sendos registros en suelo francés en el contexto de las diligencias para localizar y detener a Urrutikoetxea el pasado 12 de octubre, coincidiendo con la operación Descubrimiento en la que la Policía Judicial del país galo intervino un zulo estratégico de ETA con información proporcionada por la Guardia Civil. “Más allá de fechas y efemérides, estamos encima de ellos”, explicaron fuentes de las Fuerzas de Seguridad del Estado, que precisan que fue una casualidad que coincidieran los registros en dos domicilios siguiendo el rastro de Urrutikoetxea con la intervención del zulo donde ETA escondía un arsenal de armas cortas, en gran parte pertenecientes al robo de Vauvert en 2006.
Prófugo desde 2002, el último rastro de Urrutikoetxea es de julio de 2013. Ese año fue visto por última vez en un piso alquilado en Durban-sur-Arize, en el sur de Francia y muy cerca de Andorra y de la frontera española. Hasta aquí se desplazaron de nuevo este pasado 12 de octubre agentes franceses de la Brigada de Investigación e Intervención (BRI) y de la Subdirección Antiterrorista (SDAT), contando con información de la Policía española.
En Durban-sur-Arize interrogaron al casero de la vivienda en la que se cree que se escondió el prófugo, que también fue buscado en Angelu, donde sigue viviendo su pareja. En este caso, los investigadores querían hacer una copia al ordenador personal de esta mujer siguiendo la orden del juez, precisaron las citadas fuentes.
Antes de que consiguiera eludir su detención en julio de 2013, los servicios de información le situaron en Oslo (Noruega), donde permaneció cobijado junto a David Pla e Iratxe Sorzábal -los dirigentes de la organización detenidos en Francia en 2015- tratando de impulsar un proceso de paz.
a La clandestinidad Josu Urrutikoetxea fue diputado de Euskal Herritarrok en el Parlamento Vasco, donde llegó a integrar la Comisión de Derechos Humanos, y su último papel de relevancia interna tuvo lugar durante la primera etapa del proceso de negociación con el Gobierno de Rodríguez Zapatero.
Desde se encuentra en la clandestinidad porque se le busca, además de por la orden de detención europea renovada ahora en Francia, por otra emitida desde el Estado español, donde se le reclama por su relación con el atentado en 1991 contra la casa cuartel de la Guardia Civil en Vic (Barcelona) en el que ETA asesinó a diez personas, entre ellas cinco menores. - Europa Press