BARCELONA. Lo ha hecho después de que la noche del jueves un grupo de tres personas hayan balanceado la estatua, que ha acabado en el suelo partida en dos.

Desde que fue instalada el lunes como parte de la exposición 'Franco, Victòria i República. Impunitat i espai urbà', que muestra la permisividad con los símbolos de la dictadura, varios ciudadanos le han tirado huevos y pintura, han colocado una muñeca hinchable, una cabeza de cerdo, una bandera arcoiris y una estela, entre otras cosas.