madrid - Algo falla en la estrategia defensiva del PP para salvar a Mariano Rajoy. La dirección nacional considera que la declaración del cabecilla de la trama Gürtel, Francisco Correa, no afectará a la investidura de Mariano Rajoy ni será la piedra angular que pueda frenar la abstención de los socialistas, según fuentes del partido. Es más, destaca que fue precisamente el jefe del Ejecutivo el que rompió relaciones con las empresas de Correa cuando José María Aznar le nombró su sucesor en 2004. “Rajoy mandó a Francisco Correa a hacer gárgaras”, recalcan desde el PP, que recuerdan que a partir de ese momento el líder de Gürtel se desplazó a la Comunidad Valenciana y empezó a trabajar con el PP valenciano y el entonces presidente de la Generalitat, Francisco Camps. No fue, sin embargo, un deseo de regeneración el que desplazó a Correa de Génova. Su segundo en la trama, Pablo Crespo, tenía muy mala relación con Rajoy. “No había química”, explicó el líder de la trama sobre la relación del líder del PP y elexsecretario de Organización del partido en Galicia.
Los dirigentes del PP recalcan al unísono que es un caso que se remonta a hace más de 15 años, obviando, entre otras cuestiones, que Luis Bárcenas fue tesorero del PP hasta 2009, cuando saltó el escándalo. La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, subrayó que todos aquéllos que están afectados por caso hace “muchos años” que ya no están en el PP, algo que, según recalcó, puede proclamar con “legítimo orgullo”, cuando fueron la informaciones publicadas por los medios y la actuación judicial las que obligaron al PP a tomar medidas. Tras endosar la responsabilidad al mandato de José María Aznar, la dirigente del PP, partido que pidió suspender el juicio, señaló que todos los que militan en el PP quieren que se “diriman de una vez por todas, las responsabilidades penales”.
Por eso, no creen que los detalles de este caso sea clave de bóveda que impida a Rajoy convertirse de nuevo en presidente. Por lo pronto, saludan que desde las filas del PSOE no se haya hecho sangre con este asunto. El diputado socialista Pedro Saura llegó a afirmar ayer, al ser preguntado sobre si los detalles de la trama que están saliendo a la luz complican la abstención del PSOE, que “lo que está pasando ya lo conoce todo el país”.
El secretario político de Podemos, Íñigo Errejón, cuestionó si un partido que se plantee apoyar “al PP de la Gürtel” “por activa o por pasiva” pueda mantener “las manos limpias” y el secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, señaló que el “matrimonio” entre PP y PSOE para facilitar la investidura de Rajoy ya está “cocinado” aunque subrayó que “cada vez se pone más difícil explicar al PSOE lo que va a hacer previsiblemente a fin de mes” con su posible abstención a Rajoy. Ciudadanos, por su parte, se da por satisfecho con el pacto firmado con el PP.