madrid - La gestora del PSOE teme una ruptura de la disciplina de voto en las filas socialistas de cara a la investidura y ya ha avisado a todos sus diputados de que tienen la obligación de acatar lo que acuerde el Comité Federal, tanto si mantiene el “no” a Mariano Rajoy como si pasa a la abstención. Una advertencia que lanzó ayer el portavoz de la gestora, el socialista andaluz Mario Jiménez, después de que los dos candidatos a liderar el PSC, Miquel Iceta y Núria Parlón, se hayan mostrado partidarios de romper la disciplina de voto en una hipotética abstención al candidato del PP.

“Cuando se produzca el pronunciamiento del Comité Federal esa será la posición del PSOE y todos, absolutamente todos los diputados y el conjunto del partido, tendrán que acatarlo”, recalcó Jiménez, que apostilló: “Esa es la esencia de la democracia”.

No obstante, el presidente de la gestora, Javier Fernández, reconoció que el PSC es “otro partido” y que existe una “especificidad”, aunque insistió en que si participa de la toma decisión del Comité Federal “necesariamente” tendrá que respetar lo que se acuerde. Un Comité Federal cuya fecha se dará a conocer la semana que viene.

Fernández no quiso ahondar en sus diferencias con la presidenta de Baleares, Francina Armengol, que el jueves le trasladó personalmente su rechazo a la abstención a Rajoy durante la recepción oficial en el Palacio Real. “Cada uno en el partido tiene la opinión que considera más ajustada y yo no voy a discutirlo. Cada uno opina de una manera, la suya, y eso se saldará en el Comité Federal”, subrayó.

firmas Entretanto, los críticos con la gestora siguen reclamando la convocatoria inmediata de un congreso extraordinario del partido. Unos 500 alcaldes socialistas de toda España se han sumado a la iniciativa promovida por el primer edil de Jun (Granada), José Antonio Rodríguez, de que la gestora convoque ese congreso y unas primarias para elegir secretario general. Rodríguez, que registró ayer en Ferraz un escrito en el que denuncia que la gestora se está extralimitando de sus funciones, informó de que tiene recopiladas 69.832 firmas de afiliados -de las 93.720 necesarias- para forzar la convocatoria del congreso.

También se desmarcó de la línea oficial el exlehendakari Patxi López, que reiteró su no a Rajoy y afirmó que su partido “no debe tener miedo” a unas posibles terceras elecciones porque se presentaría a las mismas “con la fortaleza de la coherencia”.

Más allá del debate interno en el PSOE, el Gobierno volvió a apelar al “sentido común, la racionalidad y el patriotismo” de los socialistas para que haya una investidura. También desde el PP, la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, aseguró que su partido está haciendo “lo indecible” para que España tenga un “gobierno de estabilidad, seguridad y de futuro”.

Por su parte, Ciudadanos mantiene su “sí” a Rajoy pese a lo que se está conociendo en el juicio del caso Gürtel y lo justifica en el que “corsé anticorrupción” que impuso al PP para su acuerdo de investidura.

Las críticas al cambio de actitud del PSOE se repitieron en Podemos y ERC. El líder de la formación morada, Pablo Iglesias, confesó que observó una “profunda empatía y cariño” entre Mariano Rajoy y la presidenta andaluza, Susana Díaz, en los actos de la Fiesta Nacional lo que refleja, a su juicio, el seguro apoyo del PSOE a la investidura. Iglesias reconoció que, de momento, no ha mantenido ningún contacto con el presidente de la gestora, a quien acusó de tener un lenguaje “antiguo” y de criticar más a Podemos que al PP.

También el portavoz de ERC, Joan Tardá, consideró “triste” que el PSOE prefiera una “España azul” y “reaccionaria” junto al PP antes que “una España en la que se reconozca el derecho a decidir” en Catalunya. - Efe