MADRID - Ante las crecientes presiones externas e internas que imploran una abstención socialista in extremis, la cúpula de Ferraz hace oídos sordos y persiste en su no taxativo a Rajoy y al PP. La negativa se vio ayer reforzada por la secretaria de Estudios y Programas, Meritxell Batet, quien no dio lugar a un cambio en el sentido del voto del PSOE bajo ninguna circunstancia. Remarcó que ni un paso atrás del actual presidente del Gobierno español en funciones ni un hipotético sí de Ciudadanos harán variar su postura frente a un partido “que ha representado tanto dolor por esa concepción mínima del sistema democrático”. Según Batet, la marcha de Rajoy respondería a “un acto de generosidad”. La socialista intentó reforzar así el veto de C’s al presidente de forma que los naranjas puedan apoyar finalmente al PP y se reduzca significativamente el impacto político de una abstención del PSOE. No obstante, subrayó que las reticencias para facilitar un gobierno popular no solo se basan en su líder, sino que se trata de “un problema de políticas y de política”.

El PSOE continúa alegando que Rajoy no ha sido capaz de lograr ni un solo apoyo al margen de los de su propio grupo parlamentario y por ello le piden que se centre en buscarlos, en primer lugar, en la bancada de Ciudadanos, a quien intentan devolver la presión. En declaraciones a Telecinco, Batet rechazó que desde Ferraz estén inmersos en una táctica política que fuerce una nueva repetición electoral. “No queremos terceras elecciones, queremos que el señor Rajoy sea capaz de formar gobierno con aquellas formaciones con las que coincide. Rajoy no puede buscar la conformación del gobierno en una anomalía democrática, que es pedirle al principal partido de la oposición que le apoye”, insistió.

DESCARTAN LA ALTERNATIVA Las tres patas del trilema del PSOE siguen estando en pie y desde Ferraz no dan lugar a que ninguna de ellas acabe cediendo. Se reafirman en su no a Rajoy, no a terceras elecciones y no a tratar de configurar un gobierno alternativo con la ayuda de Unidos Podemos y fuerzas nacionalistas o independentistas. Esta última opción la volvió a descartar ayer la propia Batet, que se aferró a la composición del Congreso y al resultado de la votación de su Mesa para constatar que las formaciones de derecha tienen mayoría y que, por tanto, “no tiene sentido plantearse ningún otro escenario”.