GAsteiz - El debate sobre si Mariano Rajoy está obligado o no a acudir a la investidura está servido. Mientras que la oposición no concibe siquiera que el actual presidente en funciones rechace presentarse tras haber aceptado el encargo del rey, en el PP aseguran que no hay ningún apartado constitucional que le obligue a hacerlo. El Gobierno considera que el artículo 99 de la Constitución, que regula el proceso de elección de un candidato, no obliga a Rajoy a someterse a una votación y simplemente establece la celebración de un debate parlamentario en el que el aspirante a formar un Ejecutivo debe explicar su programa.
Así lo expresó ayer la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, que criticó además que quienes están reclamando una sesión de investidura son los partidos que no van a apoyar al candidato del PP, a los que acusó de interpretar la Carta Magna en función de sus intereses. En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Sáenz de Santamaría subrayó que Rajoy ha “aceptado el encargo para intentar formar un Gobierno”, pero que todo gira en torno a una cuestión de “voluntad política” de las demás formaciones. “Creo que la primera voluntad política es solventar el problema constitucional que estamos generando de que haya dos elecciones y no haya Gobierno”.
Al PSOE no le convencen en absoluto los argumentos de los populares. El mismo jueves fue el portavoz socialista, Antonio Hernando, el que afirmó que negarse a acudir a la investidura va contra la Constitución. Ayer la diputada y exmagistrada del Tribunal Supremo, Margarita Robles, fue más allá al declarar que Mariano Rajoy debería dimitir si finalmente decide no someterse a la votación parlamentaria. “Si Rajoy ahora dijera que renuncia o no acepta, en el momento en que lo hiciera, tendría que presentar irrevocablemente su dimisión como presidente en funciones”, aseguró la número dos por Madrid, que opina que el líder del PP “no puede nuevamente esconderse e incumplir sus obligaciones”. De cualquier manera, en Ferraz precisan que la postura de Robles es una “opinión personal” y que no se les pasa por la cabeza que el presidente en funciones eluda sus obligaciones y se eche atrás.
TEMOR a una derrota De cualquier manera, lo que hará Rajoy sigue siendo una incógnita. El sí al rey el jueves por la tarde parecía que despejaba la incógnita de la investidura, pero el actual presidente sigue mareando la perdiz y no se decanta todavía por someterse a una votación en la Cámara Baja. El líder del PP no quiere que pese sobre él la humillación de una derrota que podría restarle credibilidad y apoyos en su partido, como le ocurrió en marzo a Pedro Sánchez. Por ello, no da garantías de que se vaya a presentar hasta que obtenga un respaldo suficiente y agotará todos los plazos, como es habitual en su estrategia.
Sin embargo, al líder del Ejecutivo le llueven las críticas por su vacilación y se suceden los llamamientos a que se decida de una vez. En ese sentido se pronunció la vicepresidenta del Gobierno valenciano, Mónica Oltra, quien afirmó que “no se pueden cumplir o no” las obligaciones legales de las instituciones españolas. “Cuando a uno le dicen que tiene que ir a la investidura como candidato y se lo pide el jefe del Estado y dices que vas, pues vas y, después, pasará lo que pasará”, sentenció.