madrid - Unidos Podemos redobla la presión sobre un PSOE instalado en medio del tablero de juego para la investidura de un Rajoy que todavía no ha movido ficha. Los socialistas son pieza básica de cara a inclinar la balanza hacia un nuevo Ejecutivo del PP u otro progresista, por lo que la formación morada continúa invitando a los socialistas a que se clarifiquen. Ayer fueron dos dirigentes afines al secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, las que lanzaron mensajes en dirección a Ferraz. Irene Montero y Carolina Bescansa, junto a Alberto Garzón (IU), pusieron la pelota en el tejado de Pedro Sánchez alentándole a explorar un Ejecutivo de izquierdas por encima de los obstáculos que existen. Incluso si Iglesias fuera la china en el zapato para posibilitar esa alternativa, Montero remarcó que el partido de los círculos está dispuesto a escuchar lo que decida “la gente” en una hipotética consulta.

“Y si nos tienen que decir cuáles creen ellos que son los problemas, estamos dispuestos a escuchar y siempre, siempre, siempre, que sea la gente a través de una consulta la que tome las decisiones”, estimó Montero, quien expuso que la gran coalición con el PP por la que apuesta el expresidente Felipe González -que defiende la abstención como método más propicio- desembocaría en “un desastre en términos de país” que el Estado no podría tolerar. Frente a esa opción todavía queda tiempo para tejer un Gobierno de izquierdas, sostuvo, siempre que el PSOE, “que tiene la llave de la gobernabilidad”, opte por abrir la puerta para encontrarse con la formación morada. “Los números siguen dando” pese a que Mariano Rajoy debe de ser quien lleve la voz cantante para su investidura, aunque la diputada de Unidos Podemos reclamó ir abriendo cauces al entendimiento.

La secretaria de Análisis, Carolina Bescansa, sostuvo esa misma mano tendida de Unidos Podemos hacia el PSOE al abrigar la esperanza de que otras formaciones puedan ayudar en este sentido. Los pactos con los partidos nacionalistas son “una fórmula muy trabajada”, aunque fueron uno de los principales motivos de fricción que encallaron las negociaciones a dos bandas tras el 20-J. Pero Bescansa cifró que existen “16 millones” de personas que “no han votado al PP”. Orillar un Ejecutivo bajo mando popular es una “cuestión casi de higiene democrática”, remarcó, para mostrar la disposición de Podemos a desalojar a Rajoy de La Moncloa.

La tercera voz que conminó a los socialistas a plantearse un pacto de izquierdas fue la de Alberto Garzón (IU). “Si el PSOE está dispuesto a ello, nosotros vamos a estar siempre preparados para facilitar un Gobierno con políticas diferentes”, afirmó. Los barones de Ferraz y los exdirigentes socialistas, que los últimos días vienen exponiendo “contradicciones internas” por la existencia de múltiples voces “que apuntan a proyectos diferentes”, deberán clarificar una postura unitaria antes. Pero confió en que “siempre que haya posibilidades hay que explorarlas”.