londres - El exprimer ministro británico Tony Blair, el expresidente de EEUU George W. Bush y el expresidente del Gobierno español José María Aznar acordaron no agotar la vía de la ONU en la crisis con Irak, antes de invadir ese país en marzo de 2003, según el informe Chilcot.

En los 12 volúmenes del informe sobre la guerra de Irak, elaborado por el exfuncionario británico John Chilcot, hay hasta 17 referencias a Aznar y cubre el periodo entre 2001 y 2009 con el análisis de la gestación del conflicto, la acción militar y sus secuelas.

El documento señala que Blair, Bush y Aznar acordaron en la reunión de Azores del 16 de marzo de 2003, cuando se gestaba la intervención, que, a menos que ocurriera un cambio fundamental en “las próximas 24 horas”, la vía de la ONU estaba terminada.

“Las siguientes discusiones en el Consejo (de Seguridad) sugerían que solo el Reino Unido, EEUU y España consideraron que se habían agotado todas las opciones que no fueran el uso de la fuerza militar”, según una referencia a esa reunión.

caso omiso Esta posición se acordó después de que el entonces representante permanente del Reino Unido en la ONU Jeremy Greenstock recomendase el 11 de marzo de 2003 que un borrador de resolución presentado por el Reino Unido, EEUU, y España el 7 de marzo “no tenía posibilidad de ser adoptado”, agrega el extenso documento.

Antes de la recomendación de Greenstock, el entonces presidente francés Jacques Chirac había observado que el borrador de resolución no prosperaría en el Consejo de Seguridad. El informe incluye también una declaración de Greenstock sobre los esfuerzos diplomáticos para evitar el conflicto.

Según este diplomático, los países que estaban a favor de la acción militar prepararon su cumbre final en las Azores y había una determinación de EEUU de seguir adelante con la intervención “cualquiera que fuera la prueba presentada en la ONU” en relación al supuesto programa de armas de destrucción masiva de Irak.

De acuerdo con Chilcot, la visión que se tenía entonces sobre Irak y que fue defendida en la reunión de Azores -en la que estuvo también el entonces primer ministro portugués José Manuel Durão Barroso- era que se debía ayudar a la población iraquí a construir un nuevo país en paz con sus vecinos.

Se argumentó entonces -añade Chilcot- que se apoyaría a un Irak unido en el que su población disfrutase de seguridad, libertad y prosperidad con un Gobierno que defendiera los derechos humanos.

Chilcot publicó su extenso informe después de siete años en los que evaluó miles de documentos oficiales, interrogó a testigos e interpeló a políticos, si bien su misión no tenía como objetivo procesar ni recomendar cargos contra nadie

Tony Blair fue criticado en el informe por haber autorizado la invasión con pruebas de inteligencia “no justificadas” y sin haber agotado la opción pacífica. Asimismo, el embajador británico en Washington durante la época de la invasión de Irak, Cristopher Meyer, aseguró a los comisionados del informe Chilcot que el expresidente José María Aznar “presionó”, junto con otros -entre ellos Silvio Berlusconi-, a EEUU para que se llevase a cabo la intervención una vez que no se pudo conseguir que saliese adelante una segunda resolución de Naciones Unidas.

sin comentarios El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, rehusó ayer opinar sobre el informe: “Ocurrió hace 13 años”, apuntó Rajoy. El presidente en funciones compareció ante los medios en el Congreso, donde acudió a entregar su credencial de diputado electo, pero evitó contestar a si estaba dispuesto a hacer algún tipo de autocrítica a la vista de que ese informe sostiene que el Gobierno del que él formaba parte pactó con el británico una estrategia de comunicación para intentar demostrar que “estaban haciendo todo lo posible para evitar la guerra”.

El presidente se amparó en que no había leído el documento y en que solo podrá opinar cuando lo haga. Eso sí, recalcó que los hechos que se analizan ocurrieron “hace trece años” y que se trata de un asunto que fue objeto de múltiples debates en el Congreso. “Incluso hubo una comisión de investigación, no exactamente sobre eso, pero en la que eso apareció”, añadió. - Efe/E.P.

Australia defiende su apoyo a la guerra de Irak. La ministra de Exteriores australiana, Julie Bishop, defendió la participación de su país en la guerra de Irak en 2003, a pesar del informe británico Chilcot que cuestiona los motivos del conflicto.

Rusia cree que el informe le da la razón 13 años después. El Gobierno ruso afirmó que el informe sobre la participación británica en la guerra de Irak avala las tesis que mantuvo Rusia en 2003, en la medida en que confirmaría que se “fabricaron” informaciones falsas.

El expresidente de EEUU George W. Bush dijo ayer no haber leído el informe Chilcot que ha levantado duras críticas contra su antiguo aliado Tony Blair en el Reino Unido y se mostró convencido de que el mundo es un lugar mejor.

El ex primer ministro británico Tony Blair aseguró que decidió apoyar al Gobierno de George W. Bush en su guerra contra el terror porque no quería que EEUU “se sintiese solo”, si bien quiso dejar claro que no se trataba de un apoyo “irrevocable”. x