MADRID - Menos de 24 horas después de que el líder de Podemos, Pablo Iglesias, intentara zanjar el debate interno asegurando que la confluencia con Izquierda Unida había sido “un acierto”, el número dos y secretario de Política de la formación morada, Iñigo Errejón, dejaba constancia de que si antes de los comicios ya había una disputa interna entre los errejonistas y los pablistas, los pobres resultados obtenidos el pasado domingo -en los que Unidos Podemos perdió más de un millón de votos respecto a las elecciones de diciembre- no han hecho si no ahondar en esa división. En una entrevista en TVE Errejón aseguró que la confluencia con la formación de Alberto Garzón “no ha funcionado” y que será necesario evaluarla de cara al futuro. Y en medio de la discrepancia entre las dos caras más reconocibles de Podemos, el secretario de Organización, Pablo Echenique, advertía de que “extirpará las malas hierbas” porque las guerras internas “desangran y nos queman”.

Errejón, que fue uno de los más críticos con la confluencia con IU, tenía ayer claro que la suma con la formación de Garzón no había dado los réditos que auguraban no solo las encuestas sino destacados dirigentes de su partido empezando por el propio Iglesias. “Es suficientemente constatable, con las cifras en la mano, que dos más dos han sumado menos”, afirmó. Por ello, a su juicio, y contra quienes dan por hecha la continuidad de la confluencia, Errejón aseguró que es algo que se debe valorar a fondo. La frase: “Hay que evitar quedar atrapados en etiquetas más estrechas” resume a la perfección su postura.

Ante las críticas recibidas por la campaña diseñada por Errejón, reproches que se verbalizaron el mismo lunes en boca de Juan Carlos Monedero, el número dos de Podemos defendió su actuación. Según Errejón ha habido “más movilización, más mesas y más actos” que nunca. Por este motivo, a su juicio, lo que se debe analizar es el mensaje trasladado a la ciudadanía, “un discurso que desde el 20 de diciembre hasta aquí no ha sido tan capaz de suscitar una ilusión como lo hizo en los pasados comicios”.

Horas después de estas declaraciones, y consciente de la repercusión que se podía derivar de las mismas, Errejón trató de endulzar su discrepancia con Pablo Iglesias a través de Twitter. “Somos exigentes y tenemos voluntad de victoria y de futuro, por eso la autocrítica y el debate. Pero que nadie se confunda: juntos, codo con codo”, aseguró.

Mano dura de Echenique En medio del cruce de declaraciones, Pablo Echenique, en su papel de secretario de Organización, recordó al mejor Alfonso Guerra en el PSOE. Si a la mano derecha de Felipe González se le atribuye la famosa frase “quien se mueva no sale en la foto”, Echenique dejó claro que no iba a permitir las guerras internas dentro de Podemos, por lo que no dudará en recurrir a la mano dura si no funciona “el amor”. A través de un escrito que hizo público eldiario.es, trasladó a la militancia su intención de cercenar cualquier atisbo de disidencia.

“Ante cualquier conflicto interno, desde la Secretaría de Organización se buscará en un primer momento la solución mediada, amorosa, consensuada y de sentido común. En caso de que la vía del amor y los cuidados se demuestre inútil, se actuará de manera contundente, decidida, concreta y grave contra quienes no comprendan que las guerras internas nos desangran, nos queman y nos hartan”, avisó. Además, recordó que para que crezca el amor no solo hay que regarlo, “sino también extirpar las malas hierbas”.

En este crispado ambiente, las cúpulas de Podemos, IU y las confluencias se reunirán mañana para analizar lo sucedido, un encuentro confirmado por los dirigentes de la formación morada que, sin embargo, no quisieron revelar ni el lugar ni la hora de esta cita. Cabe recordar que en el partido liderado por Iglesias se ha iniciado una “investigación científica” sobre el resultado electoral que se llevará al Consejo Ciudadanos de Podemos el 9 de julio.