gasteiz - El presidente del PP vasco, Alfonso Alonso, compareció ayer para hacer balance de los resultados cosechados en Euskadi por su partido en unas elecciones en las que a nivel estatal la formación conservadora tuvo un respaldo que ni ella misma esperaba. Alonso es consciente de que a pesar de la victoria el PP necesita apoyos e hizo por tanto un llamamiento al PSOE para que se sume al objetivo de que “España siga creciendo al 3%, porque nuestro país tiene que ser capaz de competir”.

La receta para lograr esa competitividad es conocida y si la oposición le deja el PP la va aplicar. “Hay una reforma sanitaria pendiente y es mejor acometerla juntos, hay que tratar sobre la financiación autonómica, tendrá que haber un gran pacto al respecto; y habrá que hablar con sinceridad de crear un sistema flexible que permita crear empleo de calidad”, avanzó Alonso. Y aunque comprende la necesidad de “hacer una digestión pausada” de los resultados, sí metió prisa al PSOE para que se decida. “No hay mucho tiempo, el 19 de julio se constituyen las Cortes”, recordó Alonso.

Entre las fuerzas a las que el PP pide ese respaldo para acometer las “reformas” a las que se refirió constantemente, está también el PNV, que según Alonso, hasta la fecha, “cuando ha tenido que elegir, ha elegido el camino de la radicalidad, y eso ha alimentado esa radicalidad en el País Vasco”. En todo caso, el PP quiere sentarse a hablar con el PNV, y “ellos tienen predisposición porque tienen grupo parlamentario”.

Esa mano tendida no está exenta, por otro lado, de crítica. Para Alonso, los nacionalistas han entrado “en el mismo juego de siempre, un reparto de papeles; Ortuzar es favorable a negociar y otros responsables del PNV le corrigen, y nos dan también papeles a nosotros”. Se refería el ministro a las declaraciones de los dirigentes jeltzales según los cuales las relaciones con el PP vasco son aún peores que con su dirección nacional, con la que más bien no hay ya relación de ningún tipo. - T.D.