madrid - La Ley Electoral se ha convertido en una fuente inagotable de debate. El sistema electoral provoca que las elecciones generales no se elijan con una circunscripción única estatal, sino con circunscripciones provinciales. No logran escaño aquellos partidos que recaban votos muy dispersos y repartidos en diferentes provincias, habitualmente porque son partidos más modestos y con menor apoyo y se quedan en los puestos de cola de esos territorios, aunque sumando todos esos votos en una sola bolsa estatal se obtengan cientos de miles de respaldos. Le sucede al partido animalista Pacma. Por otro lado, lograr un escaño en territorios poco poblados es más sencillo que hacerlo en grandes provincias, lo que prima a los partidos con mayor arraigo en lo rural. El domingo, la principal perjudicada fue Ciudadanos, que ha visto cómo se han quedado sin traducción en escaños 694.470 votos. Un total de 3.123.769 electores eligieron su papeleta, pero solo 2.429.299 se verán representados con escaños. El resto quedan perdidos en los restos de 32 circunscripciones.

El siguiente damnificado ha sido Unidos Podemos, con 288.677 votos huérfanos. Las cifras contrastan con la pérdida mínima de PP (65.801 votos del total de 7,9 millones recibidos) y PSOE (36.018 papeletas, de un total de 5,42 millones). EH Bildu también ha visto desaprovechados 47.151 votos, mientras que todos los votantes de PNV, Convergència y ERC tendrán representante. - E.P.