Londres - El líder del laborismo, Jeremy Corbyn, no tiene un día de tregua en su cargo. Ayer, mientras anunciaban nuevos cargos para reemplazar a una decena de miembros de su equipo que habían optado por irse el domingo, se sucedieron nuevas renuncias de más ministros a la sombra. Entre ellas, las de la ministra de Negocios en la sombra Angela Eagle; pero también la de Cultura, María Águila; la de Energía, Lisa Nandy; y el de Trabajo y Pensiones, Owen Smith. Así, en apenas 36 horas, 23 de los 31 miembros del gabinete de Corbyn se han ido. Entre gritos de “dimisión, dimisión”, Corbyn participó en el debate de los Comunes, advirtiéndoles a los miembros de su grupo parlamentario de más “maniobras de las facciones”, que fueron desatadas por Alan Johnson. Éste acusa ahora a la oficina de Corbyn de estar “trabajando en contra el resto del partido”. Sin embargo, un portavoz de Corbyn desestimó esas reivindicaciones como “infundadas” y dijo que las opiniones del líder laborista sobre la UE “tuvieron más calado” que el tono “eufórico” de la campaña oficial.
El número dos laborista, Tom Watson, también quiso advertir a su jefe de filas de que afronta un desafío a su liderazgo si un mínimo de 50 diputados -del total de 229 parlamentarios laboristas- propone otro candidato. Además, Watson se reunió con Corbyn, instándole a dimitir, “ya que no tiene autoridad” para seguir al frente del partido. “No creo que el Partido Laborista esté o vaya a estar bajo tu mando en buena forma para presentarse ante los ciudadanos en unas elecciones y pedirles que lo elijan para gobernar”, argumentó la portavoz del partido en Asuntos Civiles, Anna Turley, una de las últimas en abandonar el barco.
no va a traicionar la confianza Harto de la situación, Corbyn también respondió en un comunicado diciendo que “aquellos que quieren cambiar el liderazgo del Laborismo deberán presentarse a una elección democrática, en la cual me presentaré como candidato”, dijo, reiterando como fue elegido en septiembre “por una abrumadora mayoría para iniciar otro tipo de política”.
Corbyn recalcó que no va a traicionar “la confianza” de aquellos que votaron por él, ni la de los millones de seguidores en todo el país que necesitan que el Laborismo los represente. Lo cierto es que muchos de los parlamentarios del laborismo han sido críticos con su liderazgo desde su elección en septiembre, cuando hizo un giro a la izquierda del laborismo btitánico y se distanció del Nuevo Laborismo del ex primer ministro Tony Blair. Hoy Corbyn se enfrenta a una moción de censura, cuyos resultados no se conocerán hasta las tres de la tarde. Según fuentes citadas por los medios británicos, se espera que hasta un 70% de los diputados laboristas la apoyen.