Último fin de semana antes de unas elecciones es sinónimo de encuestas a tutiplén. Así desayunamos hoy, con varias encuestas que han hecho de la demoscopia un compañero habitual en los últimos ocho meses que comenzaron en la precampaña del año pasado, allá por noviembre, hasta ahora.
Además de los datos que dan los diferentes sondeos, es importante analizar cómo evoluciona la sociedad y los motivos de voto a qué obedecen. Esta semana hemos visto la prospección sociológica EiTB FOCUS, una encuesta donde hay un dato que no deja de sorprenderme, y es la enorme diferencia de intención de voto existente entre esta repetición de elecciones generales y la que hay a las elecciones autonómicas. Parecemos dos sociedades absolutamente diferenciadas; si enseñáramos a un sociólogo de Nueva Zelanda estos datos y no supiera nada de lo que pasa en España o en Euskadi, concluiría que esos datos corresponden a dos sociedades distintas. Pues no, no solamente es la misma sociedad, sino que además son las mismas personas encuestadas que en el mismo minuto avanzan un voto muy diferente a las elecciones de dentro de una semana que a las que votarán en otoño.
Este audaz sociólogo neozelandés, sorprendido, además de preguntar cuál es el motivo de semejante diferencia, sin duda querría saber realmente cuál de las dos votaciones corresponde con el verdadero perfil sociopolítico del país en cuestión. Y ahí tenemos la respuesta a lo que está pasando.
La verdadera realidad política de este país se parece mucho más a la fotografía que nos muestra la intención de voto a las elecciones autonómicas que la fotografía que tenemos sobre lo que votaremos dentro de una semana. Nuestra realidad sociopolítica, como el resto, está en continua evolución pero poco tiene que ver con lo que dice la encuesta que vamos a votar el domingo que viene. Entonces, ¿qué está pasando ahora? nos preguntaría el sociólogo extranjero. Pues parece que esta repetición de elecciones españolas, para los vascos, es como un accidente, como un obstáculo en el camino, donde por su singularidad parece que nos vamos a comportar de diferente manera a cómo realmente somos para volver a una senda normalizada allí por el otoño. Es como si Euskadi hubiera cogido una borrachera de política española terrible y actuara de diferente manera a como es realmente.