gasteiz - El Parlamento Vasco está a punto de agotar las cuatro últimas sesiones plenarias que le quedan antes del parón veraniego. Es la recta final para aprobar algunas de las leyes pendientes antes de que acabe la legislatura, siempre y cuando los partidos no decidan habilitar días adicionales en julio. Por lo pronto, está prácticamente garantizada la aprobación de dos normas, la de fundaciones y la de servicios jurídicos. Será complicado avanzar en el resto de proyectos, que podrían entrar en bucle si los partidos piden ampliar los plazos de presentación de enmiendas o si reclaman más comparecencias de expertos. En cualquier caso, el PNV cree que podría haber margen para dar luz verde a las leyes de turismo y de reparación de los abusos policiales sufridos entre 1978 y 1999 si se optara por subir la persiana del Parlamento en julio, aunque tampoco lo pedirá si ve que los trabajos no están suficientemente avanzados. Con esas cuatro leyes, podría cerrarse la producción legislativa del mandato de Urkullu.

El balance no ha brillado tanto como hubiera deseado el Gobierno dada su minoría parlamentaria, aunque ha logrado salvar iniciativas de calado como la Ley Municipal. Cree que ha cumplido con su parte, que pasa por aprobar en Consejo de Gobierno los proyectos comprometidos para que sean debatidos en el Parlamento.

Son pocas las sesiones que le quedan al legislativo por tres razones: la campaña para las elecciones generales del 26 de junio, que arrancará el día 10, le obligará a mantener su actividad a medio gas; después llegará el parón de julio y agosto; y por esas mismas fechas se disolverá la Cámara para afrontar las elecciones vascas de otoño. Aún no hay una fecha concreta para las autonómicas, aunque el lehendakari ha dicho que se celebrarán cuando toca, lo que sitúa la celebración de los comicios a mediados o finales de octubre, aproximadamente la misma fecha que la convocatoria de 2012. En Lehendakaritza no esperan sorpresas ni que dilate su mandato hasta noviembre. - M. Vázquez