BILBAO - Los puentes entre PSOE y Podemos ahondan su fractura cada día que pasa. La ruptura es tal que a mes y medio de las elecciones generales del 26 de junio los socialistas descartan cualquier encuentro o alianza con la formación liderada por Pablo Iglesias. Por mucho que este insista en plantearle confluencias tácticas, programáticas, territoriales o generales, la estrategia de Ferraz no pasa por dejarse tentar por los cantos de sirena podemitas sino más bien por buscar su propio terreno de juego, por lo que descarta alianzas para una investidura o la formación de gobierno antes del 26-J pero también a posteriori.

Desde la misma noche electoral de las elecciones del 20 de diciembre, los socialistas han descartado cortejar a Podemos y a formar un bloque de izquierdas. Vinculó sus esperanzas de alcanzar la investidura de Pedro Sánchez al acuerdo con Ciudadanos y a una abstención del partido morado que finalmente no se produjo. Tras la investidura fallida y la convocatoria de nuevas elecciones, la brecha entre ambas formaciones se ha ensanchado y los socialistas se muestran más contundentes a la hora de rechazar cualquier aproximación o unidad de acción con Podemos.

Dos dirigentes de mucho peso en el PSOE expresaron ayer la distancia que les separa en la actualidad. El presidente del Congreso de los Diputados, Patxi López, aseguró que es “imposible” que los socialistas gobiernen con el partido de Iglesias. En el mismo sentido, Jordi Sevilla, uno de los hombres fuertes de Sánchez, también estableció una brecha insalvable y señaló que las medidas económicas que propugna la formación morada en su programa resultan “incompatibles con un país del euro”

En declaraciones a Radio Euskadi, López, que volverá a encabezar la candidatura del PSOE por Bizkaia, rechazó gobernar “con un Podemos que ofrece un referéndum de independencia al que levanta la mano” y recordó que el artículo 92 de la Constitución española no permite consultas “para la fractura del país”. Estableció una diferencia entre el Podemos anterior a los comicios de diciembre “que hacía propuestas sociales” y el posterior. “Las propuestas de Pablo Iglesias son utópicas, irrealizables. El PSOE es de izquierdas, pero no va a engañar a nadie”.

Por su parte, Jordi Sevilla responsabilizó a Podemos de la investidura fallida de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno y le urgió a explicar “por qué no lo hizo”. El responsable del programa económico del PSOE aseguró que, con los planteamientos económicos de la formación morada, sería “inviable mantenerse en el euro. Preguntado sobre la propuesta de integrar a los socialistas en una candidatura conjunta al Senado, advirtió a Podemos de que “si quería ir junto con el Partido Socialista para derrotar al PP, lo tenía que haber hecho en el debate de investidura”.

Pero la envolvente a los socialistas no partía en esta ocasión desde Podemos sino desde sus propias filas, ya que fue el presidente de la Comunidad Valenciana y líder del PSPV-PSOE el que abrió ayer un nuevo frente interno de disputa. Ximo Puig planteó negociar una candidatura única para el Senado junto con Compromís y Podemos. Según señaló, la alianza tiene como objetivo “dar visibilidad a los problemas de los valencianos y trasladar al Senado los principios compartidos por estas formaciones” en el llamado Pacto del Botánico que alumbró el gobierno de izquierdas.

La iniciativa tuvo una respuesta inmediata desde Ferraz que advirtió a Puig que las competencias sobre pactos electorales no son autonómicas, sino que corresponden a la dirección estatal. Desde Ferraz argumentaron que “no habría ningún problema” si el PSPV-PSOE hace una lista conjunta con Compromís, al ser su socio de gobierno, pero no con Podemos, que solo da apoyo externo al ejecutivo que lideran Puig y Mónica Oltra.

“La decisión es clara: el PSOE presentará candidaturas del PSOE en todas las circunscripciones y no en coalición con Podemos”, zanjó el portavoz socialista en el Senado, Óscar López, uno de los hombres de confianza de Sánchez. La dirección federal considera que la discrepancia con Puig “no es por una cuestión de táctica, ni de cálculo” electoral, sino “por coherencia, por contenidos y por el modelo de Estado” que defienden los socialistas.

pulso interno El pulso entre Puig y Sánchez no parece que vaya a tener mucho recorrido tras la advertencia de Ferraz, aunque el líder valenciano apurará hasta el último momento para intentar sacar adelante este remedo de la Entesa valenciana. Tendrá de plazo hasta este sábado, día en que el Comité Federal del PSOE zanjará, previsiblemente, la cuestión sobre las listas electorales y enterrará los deseos de Puig.

El portavoz de la comisión electoral de los socialistas, Antonio Hernando, reveló ayer que hace unos días, cuando tuvieron conocimiento de que los socialistas de la Comunidad Valenciana, de Aragón y de Baleares estaban negociando con Podemos ir en una lista única al Senado, expresaron la postura “desfavorable”.