barcelona - Rota hace meses su alianza con Unió y por consiguiente escindida la histórica CiU, Convergència Democrática de Catalunya (CDC) sigue dando pasos para sentar las bases para la actualización de su proyecto político. Militantes y simpatizantes están llamados a una consulta interna, que se llevará a cabo el próximo 21 de mayo, con los dos caminos a tomar: crear “una nueva formación política” o mantener las actuales siglas aunque reformando en profundidad un partido nacido en 1974 pero que aspira a seguir jugando un papel estelar en la política catalana.
El expresident y líder del partido, Artur Mas, fue el encargado de dar a conocer el proceso de renovación en el que, en todo caso será el Consell Nacional de mañana el que determinará qué camino tomar, aunque las bases tendrán la última palabra. La decisión de la cúpula directiva, no obstante, no se hará efectiva hasta el congreso del 8, 9 y 10 de julio. La trascendente cita “será el décimo séptimo congreso de CDC o el primer congreso de una formación política nueva”, asumió un Mas que, en todo caso, sigue mirando con un ojo a su proceso interno y con el otro a lo que acontece en torno a la cita electoral del 26-J en la que todo indica que los convergentes concurrirán en solitario -sin una acumulación de fuerzas con ERC-, dejarán atrás la marca Democracia i Llibertat (DiL) para apostar por otra denominación y, previsiblemente acudirán a las urnas con Francesc Homs como cabeza de candidatura.
Bajo el epígrafe de “un partido nuevo para un nuevo país” y con algunos preámbulos para fijar los ejes del nuevo proyecto político, la pregunta a los militantes de la formación nacionalista podrán apostar por dos opciones. La primera será que CDC “impulse la creación de una nueva formación política”, que en todo caso nacería entre el 8 y el 10 de julio. La segunda, por su parte, abogará por mantener las siglas de más de cuatro décadas de vigencia pero hacer frente a su renovación durante un congreso que, sea como fuere, marcará un antes y un después para la formación. “Pondremos en manos de los militantes y también de los simpatizantes la decisión sobre lo que tiene que ser este partido en el futuro y con visión a largo plazo”, remarcó Mas. En un principio esperan que más de dos millares de personas se pueda manifestar el 21 de junio sobre cualquiera de las dos opciones abiertas.
Sea cual sea el resultado la consulta y el congreso servirán para preparar al partido de cara “a las próximas décadas”, citó Mas, quién recordó que CDC puso en marcha su proceso interno “hace meses” con la puesta en marcha de un conjunto de debates internos por las agrupaciones de toda Catalunya para decidir la dirección de futuro de la formación nacionalista. En estos debates han participado “por lo menos unas 10.000 personas”, recordó. Lejos de dejar la política activa, el expresident de la Generalitat avanzó que tomará parte activa en el proceso interno. “La única decisión es que yo estaré. Puedo estar de formas diversas. No me desentiendo como estáis viendo”, terció.