vitoria - El líder de los populares vascos y el lehendakari se reunieron ayer con la intención de normalizar relaciones en un momento de alta tensión por los conflictos de competencias, el respeto al autogobierno y las declaraciones del PP que ponen en duda la limpieza del PNV. La reunión llegó en plena “traca final recentralizadora” de Rajoy, utilizando las recientes palabras del portavoz del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka, que se refería a los recursos del Gobierno español contra la jornada de 35 horas semanales para los trabajadores públicos vascos, las leyes de vivienda y contra el fracking, las becas educativas vascas o un eventual recurso contra la Ley de Adicciones, que Alfonso Alonso aseguró ayer tras el encuentro que no cree que termine presentándose. Además, en las últimas jornadas, el PP ha visto una mano negra del PNV en el caso de las empresas de comedores que pactaron precios para repartirse el mercado, una polémica que comparó a los ERE andaluces o la presunta trama de corrupción urbanística del alcalde de Granada.

Fue algo más de una hora de reunión “cordial”, según fuentes de Lehendakaritza consultadas. Urkullu aprovechó para entregar a Alonso toda la documentación que obra en poder de Mariano Rajoy desde hace meses y no ha obtenido respuesta. Los textos recogen los conflictos competenciales y las peticiones del lehendakari para que el autogobierno se respete. Cabe recordar que Alonso es ministro de Sanidad en funciones y, por tanto, tiene mando en plaza en Madrid para contribuir en la medida de lo posible a solucionar esos asuntos. También abordaron cuestiones que atañen a la gestión cotidiana, los retos demográficos, la calidad de vida o la convivencia.

La reunión se produjo a petición de Alonso, que se ofreció al PNV para que no gire a la “extrema izquierda” tras las elecciones autonómicas, un ofrecimiento que suena a invitación al pacto postelectoral, aunque sin aclarar si será el candidato del PP. Ofreció a Urkullu superar los “desencuentros” y, a pesar de los conflictos de competencias, aseguró que Madrid “solo” ha presentado tres recusos, y atribuyó otros 23 al ejecutivo vasco. Aun así, dijo que el nivel de conflicto no es “demasiado elevado”. - M.V.