madrid - La reunión a tres bandas entre PSOE, Podemos y Ciudadanos reveló ayer la imposibilidad de ampliar el acuerdo sellado el 22 de febrero entre Pedro Sánchez y Albert Rivera con la incorporación del partido liderado por Pablo Iglesias. Por mucho que insistan los socialistas la realidad es tozuda y hace incompatible su mercancía con la que venden los podemitas. Las posiciones siguen siendo muy distantes entre Ciudadanos y Podemos, tanto como antes del esperado encuentro que les llevó casi dos horas y media de conversación entre los extensos equipos negociadores de los tres partidos. Pedro Sánchez y Albert Rivera no estaban en la partida y cedieron todo el peso de la negociación en sus equipos, mientras que Iglesias sí estuvo presente.

La mejor noticia para Pedro Sánchez es que nadie se ha levantado de la mesa y dinamitado la negociación para un acuerdo “plural y transversal” en el que solo parece creer él y su equipo negociador encabezado por Antonio Hernando. Además, la reunión de ayer sirvió para rebajar la tensión de los días previos entre Ciudadanos y Podemos que se lanzaron duros reproches y elevaron sus listones de exigencia de cara a la reunión. El objetivo de Sánchez era establecer el procedimiento de las próximas conversaciones. Ferraz sigue apostando por la ya bautizada como vía 199, en alusión al número de apoyos que sumaría un eventual acuerdo entre las tres formaciones que ayer compartieron mesa. Una vía que choca con el itinerario -la vía 161, que agrupa a socialistas, podemitas e IU- que quiere seguir Podemos y en el que no cabe Ciudadanos.

Las partes se comprometieron a hablar hoy por teléfono para citarse nuevamente, seguramente la semana que viene, y proseguir con las conversaciones. El hilo que mantiene viva esta mesa de negociación es el documento de Podemos con 20 propuestas presentadas como “cesiones” por el propio Iglesias en un intento de birlarle a Ciudadanos el label de partido posibilista que tan buenos resultados le ha deparado de cara a los sondeos.

Tanto el partido naranja como los socialistas se comprometieron a estudiar con detenimiento las quince páginas del documento de Podemos que recoge sus ya conocidas exigencias programáticas, aunque algo rebajadas para ablandar al PSOE. La incompatibilidad entre los postulados de Ciudadanos y Podemos es manifiesta en buena parte de los 20 puntos del documento. Entre otras razones porque en uno de ellos, la formación morada apuesta por “un gobierno de cambio integrado en coalición por las distintas fuerzas progresistas”, entre las que se incluye, así como a sus confluencias territoriales (En Comú Podem, En Marea y Compromís), a IU y al PSOE. De entrada ignora el acuerdo entre socialistas y Ciudadanos y excluye a estos de cualquier coalición de gobierno.

Las propuestas no gustan a los naranjas por suponer una “enmienda a la totalidad” al acuerdo que tienen suscrito con el PSOE y al que ambos partidos siguen fieles. “El acuerdo es muy difícil pero no imposible”, así resumía el resultado de la reunión el portavoz del PSOE, Antonio Hernando. Por su parte, el jefe del equipo negociador y número dos de Ciudadanos, José Manuel Villegas, dijo que “ve inviable un acuerdo con Podemos”. Más contundente fue Rivera poco después al afirmar que Podemos quería quebrar el acuerdo entre su partido y el PSOE y apostar por un gobierno a la valenciana con el respaldo de los independentistas. “Quiere dinamitar el acuerdo y vuelve a pedir la mitad del gobierno con apoyo de separatistas”, aseguró en un mensaje en su cuenta de la red social de Twitter.

El único gesto que pide Rivera a Podemos es un apoyo gratis et amore al acuerdo PSOE-C’s, si bien aceptaría algunos retoques en algunas de las 200 medidas que incluye el pacto, especialmente las concernientes a regeneración democrática y medidas contra la corrupción, donde parece que hay una mayor sintonía entre ambas fuerzas.

Como el PSOE, Ciudadanos se ha abierto a “estudiar” el nuevo documento puesto sobre la mesa por parte de Podemos y dar una respuesta “en unas horas”. Lo harán a pesar de que ya han avisado de que muchas de las políticas que proponen los morados no les gustan como por ejemplo el incremento del gasto de más de 60.000 millones de euros, el aumento de impuestos, la derogación de la Lomce o la modificación de la reforma laboral.

El documento de Podemos no alude al referéndum de Catalunya, motivo de discordía con Ciudadanos y también el PSOE, pero sí al derecho a decidir, línea roja para los de Rivera y en alguna medida también para los socialistas. El texto sostiene ue es “imprescindible una reformulación del modelo territorial para que todas las naciones puedan encontrar su encaje dentro de España si así lo deciden”. Y continúa diciendo que para ello es necesaria la aceptación del derecho a decidir “en aquellas naciones que lo hayan planteado con especial intensidad”, en referencia a Catalunya y Euskadi, y quizás Galicia.

la vía del 161 Pese a la falta de avances el PSOE valora que Podemos y Ciudadanos se hayan sentado a la cara. “Los de la vía del 161 ya saben que Ciudadanos no la va a apoyar y los del 130 [en referencia a C’s] que Podemos tampoco lo hará”, señaló Hernando. En línea con el optimismo antropológico del líder de su partido, el número dos socialista manifestó que aún es posible formar gobierno por el carril de Ciudadanos: “Es muy difícil, pero no imposible”, afirmó Hernando.

La otra posibilidad de investir presidente del Gobierno español a Sánchez transita por el carril valenciano, aunque también en ese caso podría necesitar el apoyo de algunos partidos minoritarios, donde podría entrar el PNV o los nacionalistas catalanes a cambio de alguna concesión en torno al derecho a decidir. Esta posibilidad es la que aventó ayer el portavoz parlamentario del PP, Rafael Hernándo, para quien lo que busca Sánchez es sellar “un divorcio lo suficientemente arreglado con C’s que permita una pirueta en la que participen los independentistas”. - DNA