pamplona - Que los nuevos tiempos exigen nuevas estrategias; que es hora de superar el “esquema bilateral de negociación” con el Estado, y que es hora de dar un paso al frente al grito de bai. Sí, al euskera; sí, a un Estado vasco de izquierdas, republicano y libre. Sí, a la independencia. Son las ideas generales que pueden deducirse después de la celebración de un Aberri Eguna que concentró ayer en las calles de Pamplona a una marea verde de más de 15.000 personas, según los cálculos de la organización. Miles de personas que aprovecharon el día de la patria vasca para unirse a una marcha convocada por la red Independentistak, que contó con el apoyo de Eusko Alkartasuna (EA), Sortu y el sindicato LAB y en la que se abogó por “un sujeto nuevo” en el movimiento independentista, además de la apertura de una “vía unilateral” en la “construcción del Estado vasco”.

Antes de que la manifestación arrancase a pocos pasos de la plaza de la Tramontana, algunos portavoces de las formaciones convocantes pusieron cara a las reclamaciones de una jornada en la que estuvieron previstos actos hasta las diez de la noche.

Así, la responsable de política social del sindicato LAB, Bea Martxueta, afirmó que el camino hacia la independencia tiene que situar como eje principal de lucha “el reparto de la riqueza y del trabajo”. Una independencia que, a su juicio, sería el “instrumento más eficaz para disputarle poder al capitalismo”, y en la que se podían establecer como prioridades “la calidad del empleo, la fortaleza del sistema de protección vasco y la defensa de los servicios públicos”.

Por su parte, el secretario general de Eusko Alkartasuna y parlamentario de EH Bildu en el Parlamento Vasco, Pello Urizar, indicó que “el actual statu quo condena a la dependencia permanente de un Estado con graves carencias que no tiene la mínima voluntad de a Euskal Herria como sujeto político”. Por ello, Urizar afirmó que “la única opción de acuerdo con el Estado pasa en este momento por la resignación y la aceptación de la ley que nos imponen”. “Por desgracia vamos a tener que trabajar y llegar a acuerdos exclusivamente desde aquí porque no vamos a encontrar acuerdos desde Madrid”, añadió. “Por eso planteamos la necesidad de dar pasos desde Euskal Herria, no como ideal, sino como única posibilidad de avanzar como país ante un Estado que no tiene voluntad de acuerdo”, concluyó.

Fue Pernando Barrena, portavoz de Sortu, el último en tomar la palabra antes del inicio de la marcha. Barrena reiteró que “la independencia es la única oportunidad que tiene la sociedad vasca para conseguir una sociedad más igualitaria”, al mismo tiempo en el que se congratuló porque el Aberri Eguna involucra, edición tras edición, a más personas. La manifestación, precedida por una gran ikurriña y una pancarta en la que se podía leer Independentzia, partió pasadas las 12.00 horas de la avenida Bayona hacia la avenida del Ejército, para terminar en el Paseo Sarasate. Una ruta que transcurrió con total normalidad y que estuvo en todo momento flanqueada por un gran despliegue de efectivos de la Policía Nacional. Los participantes en la marcha portaron ikurriñas, banderas de Navarra, Galicia o la de Palestina, así como la estelada de Catalunya, y el recorrido estuvo acompañado por la música de una banda de txistularis.

soberanía socioeconómica Ya en el Paseo Sarasate, donde se instalaron dos grandes altavoces y se levantó un pequeño escenario portatil a los pies del monumento a los Fueros, se celebró un acto que incluyó desde actuaciones musicales hasta la lectura de dos pequeños textos por parte de representaciones de trabajadores y plataformas contra los desahucios. La bertsolari Maddalen Arzallus fue dando paso, en un primer momento, al cantautor Mikel Fernández, del grupo musical Omnia, y a los raperos pamploneses Sahats Alemán y Josu Berrade. Tras las intervenciones musicales, fue una representación de trabajadores de Arcelor Mittal, TRW, Tubos Reunidos y Aernnova, la encargada de abrir el acto. Naroa López reclamó la recuperación de una “soberanía socioeconómica” que marque una política industrial en Euskal Herria. “Los trabajadores necesitamos un Estado vasco”, concluyó. Una defensa antidesahucios y la intervención de Txutxi Ariznabarreta, portavoz de la red Independentistak, puso el cierre a la manifestación.