Palma - Iñaki Urdangarin daba órdenes sobre la candidatura de Juegos Europeos que el Instituto Nóos desarrolló en 2006 para la Generalitat Valenciana después de dejar la presidencia y apartarse formalmente de la asociación sin ánimo de lucro. Así lo declaró ayer el director del proyecto, Antonio Ballabriga. En su comparecencia, el marido de la infanta Cristina aseguró que cuando dejó Nóos, en marzo de 2006, simplemente le mantuvieron informado del devenir del proyecto de los Juegos Europeos. Sin embargo, Ballabriga desmontó ayer esta declaración y aseguró que el exduque de Palma le mandó que siguiera dándole detalles de lo que ocurría y continuó adoptando decisiones al respecto.

El director del proyecto de creación de los Juegos Europeos, que se frustró a mediados de 2006 después de que la Generalitat Valenciana pagara 382.203 euros y devolviera 123 facturas presentadas por Nóos por considerarlas injustificadas, nunca tuvo en sus manos el convenio firmado por el instituto y el gobierno autonómico. Ballabriga fue informado entonces de que la salida de Urdangarin de Nóos respondía a “motivos personales”. No obstante, el propio exjugador de balonmano le indicó que seguiría realmente detrás de los proyectos y de hecho “participaba de las decisiones”. “Hablaba con Urdangarin de todos los problemas de pagos”, relató Ballabriga, que presentó correos electrónicos mandados a Urdangarin para que mediara ante las autoridades de la Comunidad Valenciana que supervisaban el proyecto: los entonces vicepresidente, Víctor Campos, y conseller de Relaciones Institucionales, Esteban González Pons.

En su declaración, que se realizó a través de videoconferencia, Ballabriga reconoció como falsas varias facturas atribuidas a servicios para los Juegos Europeos, que entendía que se cargaron al proyecto por decisión de Urdangarin y su socio, Diego Torres, aunque aclaró que no tenía conocimiento directo de ello.

Ante la insistencia del fiscal, Pedro Horrach, Ballabriga señaló que “toda la cuestión económica la llevaban cien por cien los señores Iñaki Urdangarin y Diego Torres y no transmitían ninguna información de este tipo”.

Los dos socios del Instituto Nóos eran quienes “marcaban los precios de los servicios” que se facturaban y tomaban todas las decisiones de relevancia en los diferentes proyectos, insistió Ballabriga, que coordinaba la iniciativa de los Juegos Europeos con la expectativa de que representara una inversión total de 6 millones de euros.

El directivo, que estuvo en nómina del Instituto Nóos desde octubre de 2005 a julio de 2007, tenía pactadas remuneraciones variables en función del éxito de los proyectos mediante facturas que primero cargaba a la asociación, pero posteriormente emitía contra De Goes SL y Nóos Consultoría, empresas de Torres y Torres-Urdangarin, respectivamente. Ese cambio en la facturación lo gestionó Marco Antonio Tejeiro, administrativo contable de Nóos, pero él entendió que se hacía por orden directa de los dos socios, Diego Torres e Iñaki Urdangarin.

Por su parte, el exasesor fiscal y exsecretario del Instituto Nóos Miguel Tejeiro, señaló en su declaración que era “práctica habitual” en la entidad y otras empresas vinculadas, lideradas por Urdangarin y Torres, fingir la contratación de empleados en aras a simular la actividad de las mercantiles de esta trama así como justificar y “ennegrecer” los ingresos que de forma irregular obtuvieron de las Administraciones.

Interpelado por la finalidad de esta práctica, Tejeiro manifestó que “no era tanto el quedarse ese dinero” sino ser dados de alta en la Seguridad Social para aumentar los gastos deducibles a Hacienda. - Efe/E.P.