Bilbao - Cerrada una etapa de cinco meses en las que han funcionado con una gestora en el puesto de mando, Podemos arranca la apertura de un nuevo ciclo. Y a las dificultades propias de zambullirse de lleno en un tablero político vasco que mira de reojo a las elecciones autonómicas de otoño se le unirá la necesaria integración de todas las sensibilidades que cohabitan en la formación morada. Con Nagua Alba como secretaria general y su equipo gestor, afín al aparato de Madrid, ya sobre el nuevo terreno, el que será uno de sus brazos derechos a nivel de Euskadi aseguró ayer que “no habrá ningún problema para que personas de otras candidaturas se sumen al trabajo de los diferentes equipos y puedan colaborar con el proyecto de cara a las próximas autonómicas vascas”. Así lo expuso ayer Eduardo Maura, diputado en el Congreso y miembro del Consejo electo en el Consejo Ciudadano en Euskadi.
Ninguna de las candidaturas que resultaron perdedoras en las primarias recientemente zanjadas emitió ayer ningún juicio de valor sobre los resultados, si bien pende la reclamación realizada por un colectivo de independientes y Kaliangora, plancha liderada por Pilar Garrido -y heredera de Euskal Hiria, la facción del anterior líder, Roberto Uriarte-, sobre la transparencia que ha rodeado el proceso interno. No han dado ningún paso más después de censurar que el voto telemático -emitido por Internet- no era suficiente para “garantizar la transparencia” de unas primarias que terminaron una jornada antes de lo previsto. Recordando que plantearon sus dudas a la secretaría estatal de Organización -que cuando ofrecieron los resultados valoraron las medidas adoptadas para evitar posibles irregularidades- anteriormente, pese a no atender su petición y ni siquiera dar “razones convincentes” para acceder al censo de votantes y los interventores, instaron a realizar “una auditoría externa que verifique el correcto desarrollo” del proceso.
Maura remarcó que no habrá inconvenientes en dar voz a esas corrientes alternativas, incluso a las que no obtuvieron ningún representante -como fue el caso de Zurekin Ahal Dugu, capitaneado por Neskutz Rodríguez- en los propios órganos de dirección del partido asambleario. Sobre las críticas acerca de su apego al núcleo duro estatal, con Pablo Iglesias e Iñigo Errejón a la cabeza, avanzó que el proyecto de la marca en Euskadi, que sacó un excelente rédito al ser la opción más votada en las elecciones generales de diciembre, será “tan independientes de Madrid como se merece el proyecto”. En declaraciones a Radio Euskadi, reiteró que la formación debe de encarar un periodo en el que tendrá que trabajar con ahínco, especialmente habida cuenta de que deberá empastar todas sus sensibilidades y trazar la hoja de ruta para encarar de la mejor forma posible la próxima contienda electoral, en la que ya ha anunciado por activa y por pasiva que aspira a desbancar al PNV de la Lehendakaritza. “Hay mucho trabajo por hacer, tenemos un reto electoral próximo que es fundamental y vamos a tener toda la independencia que necesitemos, que es mucha”, asumió.
Esa labor arrancará en breve, ya que fuentes consultadas por este periódico aseguraron ayer que el Consejo Ciudadano autonómico, en el que Aurrera Begira -candidatura oficialista de Alba- obtuvo 29 sillones y Kaliangora apenas se quedó con 5 puestos, se reunirá “en breve”, ya sea esta semana “o la siguiente” para iniciar su trabajo. Entonces darán el verdadero pistoletazo de salida a la nueva etapa de Podemos en Euskadi.