MADRID. Este posible cambio en la agenda se produciría después de que el PP anunciara ayer que recurriría al Tribunal Constitucional esa convocatoria, al entender que la segunda votación de investidura debe celebrarse 48 horas exactas después de la primera, esto eso, hacia las 11 de la noche del viernes 4, y no en la mañana del sábado, como pretende el presidente del Congreso, Patxi López.
No obstante, la Secretaría General del Congreso avala en un informe jurídico que esa segunda votación pueda celebrarse el sábado 5 de marzo, siempre que la tardía hora de celebración, el viernes 4, "justificase su retraso" al día siguiente.
El informe jurídico solicitado por López, al que ha tenido acceso Efe, mantiene que esa votación en sábado sería conforme a lo dispuesto en los artículos 99.3 de la Constitución y 171.5 del Reglamento de Cámara.
A pesar de este informe favorable del letrado, fuentes de la Presidencia del Congreso no han descartado que la segunda votación de investidura pueda adelantarse finalmente al viernes como reclamaba al PP.
Una decisión que se adoptará en una reunión de la Junta de Portavoces el próximo lunes, un día antes de que comience el debate.
En caso de que finalmente se celebre esa segunda sesión el sábado será de aplicación del artículo 62 del Reglamento del Congreso que establece que las sesiones, por regla general, se celebrarán en días comprendidos entre el martes y el viernes.
No obstante, también prevé que puedan celebrarse en días diferentes "por acuerdo tomado en Pleno o en Comisión, a iniciativa de sus respectivos Presidentes, de dos Grupos Parlamentarios o de una quinta parte de los Diputados miembros de la Cámara o de la Comisión" y, también, "por acuerdo de la Mesa del Congreso, aceptado por la Junta de Portavoces".
El plan de López es que el pleno de investidura comience a las 16.30 horas del martes, con la única intervención de Pedro Sánchez.
La intervención del resto de portavoces se deja para el día siguiente, jornada en la que se producirá también la primera votación, en la que Sánchez necesita la mayoría absoluta de la Cámara -176 votos a favor-, algo poco probable.
Por el gran número de intervenciones se calcula que esa primera votación podría alargarse hasta las 11 de la noche, lo que llevaría la segunda votación -la de mayoría simple- como mínimo, 48 horas después de la primera, esto es, a las 11 de la noche del viernes.
La interpretación de la Constitución que hace el PP es que ello obligaría a celebrar la segunda votación exactamente 48 horas después y no en la mañana del sábado.
El tenor literal del artículo 99 de la Constitución reza: "Si el Congreso de los Diputados, por el voto de la mayoría absoluta de sus miembros, otorgare su confianza a dicho candidato, el Rey le nombrará Presidente. De no alcanzarse dicha mayoría, se someterá la misma propuesta a nueva votación cuarenta y ocho horas después de la anterior, y la confianza se entenderá otorgada si obtuviere la mayoría simple".
Además, según el PP, cualquier retraso en la primera votación, más allá de las 12 de la noche del miércoles provocaría que se llevara a cabo ya en la madrugada del jueves 3 de marzo, corriendo el peligro de que las elecciones, en caso de tener que repetirse, tuvieran que celebrarse un lunes, debido a los estrictos plazos legales.