londres - Turquía registró un grave deterioro de los derechos fundamentales en 2015, sobre todo tras las elecciones generales de junio y el estallido un mes después de la violencia entre el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y las fuerzas armadas turcas, según Amnistía Internacional. El informe de AI sobre La situación de los derechos humanos en el mundo destaca la presión contra los medios de comunicación turcos por parte del Gobierno, que afectó a la libertad de expresión, así como las violaciones del derecho a la libertad de reunión pacífica. Periodistas fueron despedidos por criticar al gobierno, algunos fueron acosados y agredidos por la policía, y se abrieron causas penales injustas por el mismo motivo contra activistas políticos.
AI cita, entre otros, el caso del redactor jefe del diario Cumhuriyet, Can Düdar, y su representante en Ankara, Erdem Gü, quienes podrían ser condenados a cadena perpetua tras ser acusados de espionaje, revelación de secretos de Estado y colaboración con organización terrorista por publicar que los servicios de inteligencia habían transferido armas a un grupo armado en Siria en 2014. El entonces primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, ahora presidente, había declarado que los camiones transportaban ayuda humanitaria. El presidente del Colegio de Abogados de Diyarbakir y conocido defensor de los derechos humanos, Tahir Elçi, murió por disparos después de ofrecer un comunicado de prensa.
Por otra parte, las libertades de expresión y reunión pacífica siguieron gravemente restringidas en Rusia en 2015, según Amnistía Internacional. - Efe