madrid - Pedro Sánchez ya tiene hecha la mitad de sus deberes de cara a su investidura como presidente la próxima semana. El líder del PSOE aceptó ayer las cinco condiciones para una reforma exprés de la Constitución española exigidas por Ciudadanos (C’s) para un acuerdo, lo que le acerca a su objetivo de sustituir a Mariano Rajoy como presidente del Gobierno español. Pero tiene pendiente la otra mitad, aquella que distingue a los alumnos brillantes frente a los mediocres. Y tiene menos de una semana para convencer a los que pueden auparle hasta La Moncloa. Le bastaría con arrancar una abstención a uno de los dos grandes partidos que no han entrado en el acuerdo entre el Partido Socialista y la formación liderada por Albert Rivera, pero quizás no le sirva la pirueta política que ha desplegado para atraerse a Ciudadanos.

De entrada el PP ha repetido en multitud de ocasiones que no apoyará a Sánchez, que su apuesta pasa por repetir en la presidencia con el cartel de Rajoy. Y sigue enrocado en esa opción. Ciudadanos se ha ofrecido para ablandar a los populares y ganarse su favor en la sesión de investidura, pero la tarea se presenta como una misión poco menos que imposible. Ayer mismo lo pudo comprobar en carne propia el número dos de C’s, José Manuel Villegas, tras su conversación con el portavoz parlamentario del PP, Rafael Hernando, que le dijo que no ven necesario mantener ninguna reunión hasta después del 5 de marzo, fecha de la segunda votación de la investidura de Sánchez. Ese es el momento que aguarda Rajoy para su acometida, dando por hecho que el socialista fracasará en los dos intentos de investidura.

Sánchez deberá, pues, mirar a su izquierda para cuadrar el círculo, donde se encuentra Podemos. En esta ocasión tendrá que ser él quien convenza a Pablo Iglesias de las bondades de su acuerdo con Ciudadanos y de la conveniencia de su implicación en esta empresa, aunque sea a través de la abstención. El líder del PSOE lo fía todo a esa posibilidad y tratará estos días de colocar a la formación emergente en la disyuntiva bíblica de apoyar al PSOE o cargar con la mala conciencia de impedir un gobierno de centro-ízquierda y aventar la posibilidad de que Rajoy repita.

En los dos meses largos desde las elecciones, el mensaje de Podemos es igual de claro y firme que el del PP en relación a la petición de una abstención. Negativo. Iñigo Errejón, el brazo derecho de Iglesias, se lo volvió a decir ayer con elocuencia fotográfica: “El PSOE puede llegar a acuerdos con Ciudadanos o con el Capitán Trueno. No hay Gobierno”. Los dos partidos que ayer cerraron el acuerdo suman un total de 130 votos (90 diputados socialistas y 40 de los de Rivera). Muy lejos de los 176 que necesitarían para alcanzar la mayoría absoluta en la segunda votación del 5 de marzo, si se produce. E insuficientes si PP (123 escaños) y Podemos (69) rehúsan abstenerse en la investidura de Sánchez y optan por el no.

Menos prosaíco fue el líder de Podemos, Pablo Iglesias, que recordó a Sánchez que la única posibilidad de que sea presidente es conformar un gobierno de coalición con Podemos y que con un acuerdo con Ciudadanos se autoexcluye de la investidura porque no tendría los apoyos suficientes. Tras reunirse ayer con los portavoces de ERC y DiL, Iglesias rechazó el acuerdo entre PSOE y Ciudadanos porque “no es real ni aunque lo ratifiquen las ejecutivas de ambos partidos ni aunque lo ratifique el Papa”.

Iglesias, en rueda de prensa en el Congreso tras reunirse con ERC y DiL, confió en convencer a Sánchez de la necesidad de un gobierno de coalición con Podemos y se ha comprometido a no levantarse de la mesa de negociación siempre que haya esperanza de conseguirlo. El líder de Podemos confirmó que en un debate de investidura su voto será no a todo lo que no sea un gobierno de cambio y de progreso y que no contempla la abstención ante un hipotético acuerdo con C’s. Por eso, su compromiso es trabajar “hasta el final” todas las horas que sean necesarias para lograr el gobierno de cambio y se mostró optimista ante la hipótesis de que Sánchez sea el presidente de ese ejecutivo, porque el resto de opciones hacen “imposible” su investidura.

PSOE y Ciudadanos esperan cerrar hoy los flecos para el acuerdo definitivo que supondría que los 40 diputados del partido de Rivera votarían sí a la investidura de Sánchez. Ambas formaciones llevarán el acuerdo a sus ejecutivas para su ratificación. Una vez aprobado, los socialistas deberán someterlo este sábado a una consulta a toda su militancia.

Los cinco puntos de la reforma constitucional aceptados por Sánchez prevén la supresión de la figura de los aforamientos de senadores y diputados en el Parlamento español y en los autonómicos, la reducción de 500.000 a 250.000 las firmas exigidas para presentar una iniciativa legislativa popular en el Congreso, la limitación del mandato de la Presidencia del Gobierno a ocho años -dos legislaturas-, y la reducción a la mitad -de 20 a 10- los miembros del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el órgano de gobierno de los jueces. Pero la exigencia más llamativa y conflictiva por parte de Ciudadanos era la supresión de las diputaciones provinciales, las de régimen común, pero no las cuatro vascas. “Cuando hay voluntad de cambio, hay voluntad de acuerdo. Si esas son las peticiones que tiene Ciudadanos, que no le quepa duda a los españoles que habrá acuerdo”, proclamó Sánchez en respuesta a la oferta del cambio constitucional de Rivera, y anunció que si tiene “el honor” de ser presidente, suprimirá las diputaciones provinciales y las sustituirá por consejos de alcaldes.

La formación de Rivera quiere que esos cambios se hagan en los primeros tres meses de legislatura. Sin embargo, para que eso ocurra, sería necesaria la participación del PP porque tiene mayoría absoluta en el Senado y, por tanto, capacidad de bloqueo para una reforma constitucional.

Reforma de la Constitución.

-Se suprimirán las diputaciones provinciales y serán sustituidas por consejos de alcaldes.

-Limitar el mandato del presidente del Gobierno a ocho años, o dos legislaturas.

-Reducción a la mitad (de 20 a 10) los miembros del CGPJ.

-Supresión de los aforamientos de senadores y diputados en todos los Parlamentos.

-Se reducirán de 500.000 a 250.000 las firmas exigidas para presentar una ILP.

Reforma fiscal y laboral.

-No subir el IRPF.

-Bajada del IVA cultural del 21% a un tipo por determinar.

-Reforma del impuesto de sucesiones.

-Reducir los tipos de contratos sin que quede un contrato único con indemnización creciente.

-Complemento salarial para las rentas más bajas.

-Derechos sociales como la sanidad o la educación recogidos como un derecho fundamental.

Política territorial.

-Defensa de la unidad de España y rechazo a cualquier referéndum en Catalunya.

-No se cerrará el Senado pero pasará de 266 a 80 senadores.

Suman 130 escaños. Necesitan la abstención del PP o Podemos.