gasteiz - Los eurodiputados que se han desplazado a la CAV y Nafarroa para analizar la situación en la que se encuentran los presos de ETA abogan porque los reclusos, “en la medida de los posible”, cumplan sus condenas “cerca de su entorno para poder reincorporarse a sus vidas al salir de prisión”. Así lo expresaron en las reuniones que mantuvieron ayer en los Parlamentos de la CAV y Nafarroa, donde fueron recibidos por Bakartxo Tejeria y Ainhoa Aznárez, presidentas de las Cámaras de Gateiz e Iruñea, respectivamente.
En Gasteiz, la presidenta del grupo de la Izquierda Unitaria Europea, la alemana Gabi Zimmer, y el eurodiputado flamenco Mark Demesmaeker se reunieron con Bakartxo Tejeria y con la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara vasca. Zimmer explicó que su intención con esta visita no es “intervenir en el debate político”, sino analizar si se está “vulnerando” algún derecho de los presos de ETA. La eurodiputada alemana añadió, además, que participa en estos contactos como una “europea que defiende los derechos humanos”. y tras escuchar las diferentes opiniones de los parlamentarios vascos, insistió en que es “muy importante” que las personas privadas de libertad “siempre que sea posible” cumplan sus condenas “cerca de su entorno para poder reincorporarse a sus vidas” al salir de prisión. Por su parte, Demesmaeker reconoció que se trata de una situación “muy compleja”, aunque aseguró que en las reuniones constataron que a todos los interlocutores con los que se entrevistaron les une “el rechazo de la violencia y el respeto de todos los derechos humanos”.
Castigo colectivo Por lo que respecta al Parlamento navarro, la presidenta Ainhoa Aznárez recibió a una delegación compuesta por la europarlamentaria Martina Anderson, del partido irlandés Sinn Féin, y la letona Tatjana Zdanok, miembro de Latvijas Krievu Savieniba.
Anderson indicó que en marzo de 2015, cuando hablaron con representantes del colectivo de familiares de presos Etxerat, “salimos muy preocupados por el tratamiento que recibían tantos los presos como sus familiares y allegados” con la política de dispersión, y fueron informados de que “se estaban conculcando derechos fundamentales” y de que ocurría en el “Estado español y francés”.
La eurodiputada explicó que ella también fue “presa” y que estuvo 13 años y medio en esa situación y “diez” de esos años los pasó en Inglaterra, por lo que sus familiares y amigos tenían que “desplazarse toda esa distancia” para verla. “Es un impacto tremendo porque es un castigo colectivo, no a los presos, sino al resto de su entorno”, subrayó. Por su parte, Ainhoa Aznárez, les trasladó el apoyo de “la mayoría” del Parlamento foral en “la labor de lograr la paz y la convivencia”. - DNA