valencia - La ausencia de Rita Barberá en el Senado, donde no aparece desde que se constituyeron las Cortes y lugar en el que Mariano Rajoy se dirigió ayer a todos sus compañeros de filas, causó alivio en el PP. La formación de Genova, y en especial el presidente en funciones, íntimo suyo, evitaron instantáneas incómodas 24 horas después de conocerse que el partido colocaba a la exalcaldesa de Valencia en la diputación permanente del Senado, garantizando su aforamiento incluso de haber nuevas elecciones. Todo apunta sin embargo a que Barberá declarará por el presunto blanqueo de capitales del grupo municipal del PP de Valencia esté aforada o no, según desveló ayer la web Valencia Plaza de fuentes de la investigación, ya que tanto el magistrado instructor como el fiscal Anticorrupción preparan el suplicatorio al Tribunal Supremo (TS) para que la exdirigente popular declare como investigada -imputada- por estos hechos.

Según las mismas fuentes, el juez y el fiscal aplicarán el artículo 118 bis de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LeCrim) que dice: “Del mismo modo que en el artículo anterior se procederá cuando se impute un acto punible contra un Diputado o Senador, los cuales podrán ejercitar su derecho de defensa en los términos previstos en el artículo anterior, y todo ello sin perjuicio de lo previsto en el artículo 71.2 y 3 de la Constitución española”. Este artículo bis hace referencia al 118 de la LeCrim, que explica que “toda persona a quien se atribuya un hecho punible podrá ejercitar el derecho de defensa, interviniendo en las actuaciones, desde que se le comunique su existencia, haya sido objeto de detención o de cualquier otra medida cautelar o se haya acordado su procesamiento”. En caso de que Barberá no renuncie como senadora, solo irá ella a declarar ante el TS, ya que el resto de la pieza por presunto blanqueo de capitales se quedará en el juzgado número 18 de Valencia.

El PP trata de desvincularse de la corrupción que enfanga las posibilidades de acuerdo con otros partidos, de ahí que inste a Barberá a ofrecer explicaciones públicas que ella entiende no debe dar. Los populares no se atreven aún a pedirle que renuncie a su acta, pero sí le reclaman, como hizo el expresidente valenciano Alberto Fabra, algo similar, que “anteponga el partido a sus intereses personales”. Según Europa Press, Barberá está muy enfadada al creer que el PP no le ha defendido como ella cree que se merece desde que estalló la operación Taula. Para Fabra, “es difícil creer” que Barberá “no supiera nada de lo que sucedía en su grupo municipal” cuando “su entorno” está siendo investigado. “No sé si el problema es Barberá o no, pero en el PP de Valencia hay que hacer una regeneración absoluta”, suscribió la presidenta madrileña, Cristina Cifuentes, a quien le da “verguënza” levantarse por las mañanas y ver detenido a alguien por corrupción.