Gasteiz - El retraso en la constitución del próximo Gobierno español impide la puesta en marcha de un foro bilateral en el que Madrid y Euskadi avancen hacia la consolidación del nuevo espacio sin violencia. Así lo valoró ayer el secretario de Paz y Convivencia del Ejecutivo autonómico, Jonan Fernández, quien aguarda la fumata blanca en la capital española para trasladar al nuevo gabinete estatal su propuesta en materia de desarme, política penitenciaria y un documento con los mimbres para fomentar la convivencia.
La advertencia de Fernández no es un caso aislado. Este mismo martes el portavoz del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka, alertaba sobre los primeros indicios que se han dejado sentir en Euskadi a raíz de la incapacidad para el acuerdo demostrada por los partidos llamados a gobernar España. El consejero de Justicia ponía como ejemplo la imposibilidad de ejercer una presión interinstitucional conjunta contra la venta de acero barato procedente de Asia, un claro caso de dumping que está haciendo mella en la industria vasca.
Un día después de este aviso, Fernández lamentó que transcurrido mes y medio desde la celebración de las últimas elecciones aún no exista un gobierno con el que poder iniciar una interlocución estable en este ámbito. De ahí que el listado de objetivos planteados por la dirección de Paz y Convivencia para el primer semestre de este año esté encabezado por la presentación de propuestas al gabinete que alumbren las negociaciones en las Cortes Generales.
Fernández, quien dio cuenta en Lehendakaritza del cuarto informe semestral del Plan de Paz, no concretó los detalles del planteamiento que trasladará al nuevo presidente, pero sostuvo que estará basado en el proyecto que se dio a conocer hace un año. Entonces el secretario explicitó la apuesta del Gobierno Vasco por un desarme precedido de un gesto unilateral de ETA en cuya verificación el Gabinete de Iñigo Urkullu se ofreció a participar.
La iniciativa que Lakua pretende poner en común con el Gobierno español también incluye su propuesta de modificación de la política penitenciaria, una iniciativa sustentada en el programa Hitzeman que contempla el Plan de Paz.
A falta de conocer la identidad de sus interlocutores en Madrid, Fernández confía en que en la presente legislatura se pueda afianzar un “marco de colaboración” que ha brillado por su ausencia en los últimos cuatro años. En esta misma línea, mostró su esperanza para que temas como la paz y la convivencia formen parte “de la agenda” del nuevo ejecutivo estatal.
Nuevo Gobierno español. Jonan Fernández trasladará al nuevo Ejecutivo su propuesta de desarme, política penitenciaria y el documento base sobre convivencia.
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