donostia - La marcha anual que la izquierda abertzale realiza a Martutene llevó ayer de manera simbólica a las cárceles la reflexión estratégica Abian que este sector político puso en marcha a comienzos de noviembre. En un contexto en el que la sociedad se ha despreocupado de la derivada penitenciaria, en el que EH Bildu perdió el 20-D un tercio de sus votos con respecto a las generales de 2011 y en el que se han hecho públicas algunas críticas contra la estrategia de Sortu con los reos, una de las portavoces de la formación, la abogada Amaia Izko, defendió que el final de la dispersión de los presos es una “meta volante” hacia su libertad y su “vuelta a casa”.

Sin faltar a la tradición, la izquierda abertzale convocó para ayer una marcha a la cárcel de Martutene, donde hoy no está internado ningún recluso del colectivo oficial, el EPPK. Dos columnas partieron de los juzgados de Atotxa de Donostia y otra desde Hernani y confluyeron junto al penal de Martutene.

En un discurso que arrancó al grito de “gora EPPK!”, Izko advirtió de que “nadie se equivoque. Nuestra reivindicación y nuestro objetivo no son que los presos estén en Martutene, Basauri, Iruñea o Zaballa”, los cuatro centros penitenciarios de Hegoalde. El objetivo, señaló, es que todos los reclusos “vuelvan a casa libres”. Tras proponer como solución “la ruptura democrática” con el Estado español después de unas elecciones generales en las que “no existe margen para la democracia, ni para la paz, ni para el reconocimiento ni ejercicio de los derechos que como pueblo nos corresponden”, Izko llamó a “ readecuar el proceso de liberación nacional y social a la situación y momento político actual”.

“Tenemos que dejar de mirar a Madrid y a París”, clamó Izko, que, con “la aportación humana y militante de cientos de presos y huidos como referencia para hacer frente a los retos”, pidió “multiplicar las fuerzas”. Para ello, la izquierda abertzale que componen Sortu, Ernai y LAB emprendió la dinámica Abian, “un proceso de reflexión y debate para una redefinición y renovación estratégica de largo alcance y en el que la participación de todas es imprescindible”.

Un proceso al que también mostraron ayer su adhesión la que fuera considerada jefa militar de ETA Izaskun Lesaka y Maite Aranalde, condenada por pertenencia a la organización armada. En voz de esta última desde la prisión gala de Vivonne, ambas se mostraron “convencidas de que el debate y la reflexión permitirán llevar a cabo mejor y más rápido el camino hacia el Estado vasco” con Abian, donde participarán “con ilusión y pasión”.