santander - Habrá pocas figuras con el eco mediático de Pablo Iglesias pero si alguien puede hacerle sombra en este terreno es Miguel Ángel Revilla, con quien guarda una estrecha relación por sus encuentros en los platos televisivos. Valiéndose de esta amistas, el líder de Podemos desembarcó ayer en Santander para pescar votos en el caladero del Partido Regionalista de Cantabria (PRC), ausente en esta cita electoral y cuyos 100.000 sufragios garantizarían un escaño a la formación morada. “¡Vaya expectación! No había visto un espectáculo como este en mi vida y he recibido a dos presidentes de México, a Van Rompuy, a Durao Barroso, al primer ministro de Francia...”, exclamó el presidente cántabro consciente de que la reunión molestó en el PSOE, su socio en el Ejecutivo y que suele recoger su apoyo en las urnas. “No se atreverán a decirme nada porque soy libre, obedezco a mi conciencia y a mi gente”, zanjó.
“Si no gana, que es lo más probable, quiero decirle a Pablo, cuyos ojos reflejan la verdad porque cuando habla dice las cosas que siente, que no se desanime”, destacó Revilla, cuyo posado puede suponer un espaldarazo para las aspiraciones de Iglesias, a quien recomendó leer su biografía para saber la importancia de la constancia. Como ejemplo evocó que él desde 1983 fue adquiriendo mayor porcentaje de apoyo, y es que “la vida política se enriquece con movimientos como el tuyo”, le consoló por anticipado el dirigente del PRC. En su comparecencia conjunta, Iglesias destacó que, a diferencia de lo que le ocurrió a Revilla en sus primeras elecciones, él cuenta ahora con palabras cariñosas como las del presidente cántabro. “Todo un honor”, dijo el candidato de Podemos, que le devolvió el piropo. “Decir Miguel Ángel Revilla es decir Cantabria, y visitar una tierra como esta me hacía ineludible la posibilidad de saludarle. Es un hombre bueno y un caballero”.
Revilla, que provocó la sonrisa de Iglesias durante la hora que duró el acto, precisó que le recibía no para hacer explícito su respaldo sino por cortesía, aunque es pública la sintonía mutua en busca del cambio al frente del Gobierno español. “No pido el voto para nadie, que si no mañana voy a tener problemas”, ironizó. Y añadió: “Si viene Rajoy, bajo y me pongo de rodillas a ver si nos pone el puñetero tren”, señaló, en alusión a la petición del AVE a Cantabria. En todo caso, Iglesias se llevó la foto con él a cuatro días del 20-D. Primero la imagen en el despacho oficial y, después, desayunando sobaos y café en un bar enfrente de la sede del Gobierno regional. Iglesias obsequió a Revilla con el disco 78 del rapero Tote King, un regalo para su hija, aficionada al rap.