Los analistas políticos suelen decir que no se ganan unas elecciones generales en España sin buenos resultados en Andalucía y Catalunya; no es fruto de ningún sesudo estudio, es una simple cuestión de población. Entre las dos comunidades eligen 108 diputados (61 en Andalucía y 47 en Cataluña), casi un tercio del Congreso, seguidas de Madrid (36), Comunidad Valenciana y Castilla y León (32 cada una), Galicia (23) y Castilla-La Mancha (21). El resto de comunidades eligen menos de veinte diputados, es decir, no llegan a un tercio de los representantes de Andalucía.

La Ley Electoral establece que a cada provincia le corresponde inicialmente elegir a dos diputados, salvo a Ceuta y Melilla que cuentan con un único representante, mientras que los 248 escaños restantes hasta completar los 350 del Congreso se reparten en función de la población.

el feudo del psoe En esta ocasión, la evolución de la población hace que los andaluces elijan un diputado más que en 2011. Hace cuatro años, el PP se hizo con 33 diputados, el PSOE obtuvo 25 e IU completó la representación andaluza en la Cámara Baja con 2 escaños. Con estas cartas, no es de extrañar que PP y PSOE eligieran Andalucía para el “pistoletazo de salida” de la campaña. Los resultados en esta comunidad serán decisivos no sólo para alcanzar La Moncloa, sino en el caso del PSOE andaluz para el afianzamiento de su líder, Susana Díaz, que, de volver a ganar, encadenaría la cuarta victoria electoral consecutiva tras vencer en las europeas, las autonómicas y las municipales, lo que la reforzaría aún más internamente, especialmente si Sánchez no lograra aupar a su partido al primer puesto. El sábado, el poderoso PSOE andaluz arropó a Sánchez en Sevilla, pero la impresión general es que la presidenta andaluza vela armas ante un posible debilitamiento de Sánchez.

Los socialistas andaluces están convencidos de que la “remontada” del PSOE llegará gracias a Andalucía pese a la irrupción de los partidos emergentes, que son igualmente conscientes de lo que se juegan en esta región, como demuestran las agendas de campaña, en las que Andalucía figura como destino prioritario de sus candidatos a la Moncloa. El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, ha visitado Cádiz, Sevilla, Granada y Málaga. Ciudadanos, formación que facilitó la investidura de Susana Díaz, espera conseguir representación en las ocho provincias andaluzas y en alguna de ellas aspira a contar hasta con tres diputados en el Congreso. Por su parte, el candidato de Podemos, Pablo Iglesias, también tiene varias visitas programadas a tierras andaluzas, donde como Díaz y Sánchez, se verá obligado a aparcar sus diferencias con la líder de Podemos en Andalucía, Teresa Rodríguez, que se acrecentaron con motivo de la elaboración de las candidaturas.

Catalunya imprevisible Todavía más cambiante es el panorama en Catalunya, donde hay candidaturas nuevas, partidos que iban coaligados ahora van por separado y los que antes eran antagonistas ahora concurren juntos. En las generales de 2011 CiU acabó con la hegemonía que había mantenido el PSC en los comicios para el Congreso desde 1977: los nacionalistas lograron 16 diputados, seguidos de los socialistas con 14. Completaron la representación catalana 11 diputados del PP, 3 de ICV-EUiA y 3 de ERC. ¿Sirven estos resultados como referencia para la cita del 20 de diciembre? No parece. En las elecciones autonómicas de hace poco más de dos meses, la coalición Junts pel Sí (CDC y ERC) resultó ganadora con el 39,5% de los votos, mientras Ciutadans se hacía con el 17,9 % de los sufragios, seguido de PSC. Unió Democrática de Catalunya (UDC) concurrió en solitario tras la ruptura de CiU y quedó fuera del Parlament, mientras que irrumpieron Catalunya Sí que es Pot y la CUP.

¿Y estos? ¿Valen estos, de hace apenas dos meses, para hacerse una idea? Tampoco. Convergencia y ERC vuelven a presentarse por separado, los primeros ahora bajo el nombre de Democràcia i Llibertat; en cuanto a Catalunya Sí que es Pot (la suma de ICV y podemos) ahora se llama En Comú Podem, mientras que la CUP ha decidido no presentarse a estas elecciones. La última encuesta publicada pronostica un cuádruple empate (Ciutadans, ERC, PSC y Democràcia i Llibertat) con 9 escaños cada uno.

los feudos del pp El siguiente escalón de comunidades autónomas por el número de diputados que eligen lo ocupan Madrid (36), Comunidad Valenciana (32) y Castilla y León (32), las tres, importantes feudos del PP. Sin embargo, en las autonómicas de mayo el PP ha visto mermar sus apoyos hasta el punto de perder el gobierno en la Comunidad Valenciana y de haber tenido que recurrir a Ciudadanos para conservar los de Madrid y Castilla y León.

La Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid se muestran, días antes de las generales, como un espejo de lo que, según varias encuestas, podría ocurrir el 20-D: dos administraciones sin el rodillo de la mayoría absoluta y gobernadas por los dos tándem más previsibles: un pacto PP-C’s y un pacto Podemos-PSOE.

Treinta y seis escaños que, si se extrapolan los resultados de las recientes elecciones municipales y autonómicas, se llevaría en su mayoría el PP, pero con una importante caída respecto a hace cuatro años, lo que le situaría en una posición incómoda al verse obligado a pactar.

Es lo que le sucedió a Cristina Cifuentes en la Comunidad, donde gobierna con el apoyo de Ciudadanos en un pacto sólo válido para la investidura, no para la legislatura completa, y vinculado a un “contrato” con decenas de puntos que la presidenta debe cumplir durante estos cuatro años. La otra opción que vaticinan las encuestas es la que se vive en el Ayuntamiento de Madrid: el PP ganó en votos y concejales, pero muy lejos de la mayoría absoluta, por lo que la suma del PSOE (que quedó tercero) y de Ahora Madrid (partido instrumental en el que se incluye Podemos, que quedó segundo) permitió investir alcaldesa a Manuela Carmena frente a Esperanza Aguirre. Con todo, la principal diferencia respecto a lo que ocurrió en las elecciones de mayo en la Comunidad y en el Ayuntamiento es el papel que puede jugar Ciudadanos. Porque el partido de Albert Rivera fue el cuarto más votado, tanto en la Asamblea de Madrid como en el Ayuntamiento, pero ahora las encuestas le auguran el tercer o incluso el segundo puesto en las elecciones al Congreso.

En Galicia (23 diputados) gobierna el PP, pero las municipales de mayo han supuesto un importante avance de las denominadas mareas cuya traslación a las generales está por ver. Asturias (8) será una de las circunscripciones en las que IU puede obtener uno de los pocos escaños que le otorgan las encuestas, junto quizás a sendos diputados por Madrid y Sevilla. - Efe