Bilbao - “Albert Rivera se está desinflando desde su debate en Salvados con Pablo Iglesias, en el que estuvo mucho más enérgico, con datos más claros, y ganó; ahora Iglesias, como buen profesor y alumno, se ha aplicado y está fuerte, le veo en un momento muy bueno”. Así lo cree Itziar García Carretero, quien achaca el momento dulce por el que atraviesa actualmente el líder de Podemos a su habilidad para “combinar el politainment y la política”.

Esta consultora de comunicación política y corporativa explica que se conoce como politainment a “la forma que tiene el candidato de acercarse o humanizarse, de conseguir cierta empatía con la ciudadanía y buscar aquellos lugares donde está la gente y no al revés”. Así, el mérito de Iglesias sería que “a nivel político está aportando un proyecto de país para cada uno de los temas que le proponen, y luego es capaz de tocar la guitarra”, en referencia a su aparición en El Hormiguero.

El contrapunto al cara a cara del programa Salvados entre Rivera e Iglesias sería, a su juicio, el debate que mantuvieron en la Universidad Carlos III de Madrid, en el que se vio a un líder de Ciudadanos “muy nervioso”. “Pablo Iglesias ha dado un giro de 180 grados, desde que dejó el Europarlamento se ha dedicado a aprenderse su programa electoral y no le están pillando en ninguna”, señala.

En el arte de combinar política pura y dura y politainment, el líder del PSOE, Pedro Sánchez, “es más flojo, no tiene esos datos o esa cabeza tan académica como Iglesias”, y el candidato del PP, Mariano Rajoy, se enfrenta esta noche a una prueba de fuego, responder en directo a las preguntas de los ciudadanos en La Sexta Noche. Según la consultora, en dicha cita “tendrá el handicap del atril, ya que generalmente lo suele utilizar”. Agrega que “desde el punto de vista de la comunicación no verbal es muy importante gestionar la proxenia o cercanía con el ciudadano; Pedro Sánchez y Albert Rivera lo hacen muy bien y a Pablo Iglesias le cuesta un poquito”.

Otra clave es que el político sea natural y no parezca forzado. Es el caso de “la intervención de Mariano Rajoy en la Cope comentando los partidos. A él le encanta el deporte y en especial el fútbol, ahí sí le vi natural, se estaba divirtiendo, ese es el auténtico Rajoy”, asegura la especialista. Uno de los peligros que sobrevuela este tipo de intervenciones es que al final lo que quede es la anécdota, como sucedió en el debate universitario a cuenta del filósofo Kant. A juicio del asesor de comunicación y consultor político Antonio Gutiérrez-Rubí, ello es debido a “la sobreexposición de los políticos, hay una gran observancia sobre ellos no solo por los medios de comunicación, sino también a través de las redes sociales”. Como consecuencia, “cualquier detalle es importante y puede decantar el voto”.