washington/parís - El Mando Central de EEUU reveló ayer que aviones estadounidenses tuvieron como blanco por primera vez más de un centenar de camiones cisterna que el EI usaba para transportar el petróleo que obtiene en las zonas que ocupa en Siria. El ataque tuvo lugar cerca de la población siria de Al Bukamal, fronteriza con Irak, donde fueron destruidos 116 camiones.
El crudo es una de las principales fuentes de financiación de la organización yihadista, que proclamó un califato en Siria e Irak a finales de junio de 2014.
La coalición internacional comenzó los bombardeos contra el EI en Irak en agosto de ese año y un mes más tarde lo hizo en Siria, pero tras los atentados de París los ataques se han recrudecido, sobre todo por parte de EEUU y de Francia. Pocas horas después de que aviones galos destruyeran un centro de comando del EI en Siria y un campo de entrenamiento de yihadistas, el presidente galo, François Hollande, anunció que Francia no descansará hasta “derrotar” al grupo terrorista. Para ello, triplicará la capacidad operativa de Francia en la zona con el envío de su buque insignia, el portaaviones Charles de Gaulle, que zarpará mañana. De esta forma, queda en suspenso la reducción de 9.200 militares prevista para 2019.
Además, Hollande se reunirá en los próximos días con los presidentes de EEUU, Barack Obama, y de Rusia, Vladimir Putin, para que unifiquen sus esfuerzos en una “única coalición internacional” en Siria e impulsará una resolución contra el EI en el Consejo de Seguridad de la ONU. Al tiempo, solicitará la cooperación de sus socios europeos bajo el principio de solidaridad a un país agredido.
Ayer, se desconocía el volumen de los daños ocasionados por estos ataques aéreos o si había habido víctimas. Según fuentes del Ministerio francés de Defensa, la aviación gala atacó de forma masiva un campamento del EI cerca de Al Raqa, así como un centro de entrenamiento y un depósito de armas y municiones.
Dichas fuentes precisaron que diez cazabombarderos galos arrojaron una veintena de proyectiles en el ataque aéreo de mayor envergadura que ha ejecutado Francia en el territorio sirio desde el comienzo de sus operaciones el pasado septiembre.
El director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, Rami Abderrahman, dijo que el EI ha reducido sus movimientos en Al Raqa tras estos bombardeos. “Los miembros del EI se están escondiendo”, apuntó el activista, quien agregó que los radicales han reforzado las medidas de seguridad en esa localidad siria.
Los civiles sirios de la autoproclamada capital del Estado Islámico, Raqqa, temen que sean los que paguen los atentados de París. “Varios bandos atacaron la ciudad, creando un ambiente de terror entre los ciudadanos”, narró un activista que se encuentra en la ciudad. “Los sonidos de las explosiones sacudieron la ciudad y encendieron el cielo”, afirmó otro residente de Raqqa. “Los ataques de la coalición son más precisos, pero los ataques aéreos rusos son como los del régimen, indiscriminados”, comentó.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, grupo de observación de la guerra civil en Siria, afirmó que los ataques franceses habían sido precisos y no habían causado víctimas civiles. El domingo se lanzaron 20 bombas, que impactaron en diferentes lugares de la ciudad y que alcanzaron un área de reclutamiento y entrenamiento de yihadistas y un depósito de armas. Aunque este bombardeo no fue el único.
El presidente de EEUU, Barack Obama, descartó un cambio en la campaña militar. A su juicio sería “un error” enviar un gran número de tropas a Siria para combatir sobre el terreno al EI, al estilo de las guerras en Irak y Afganistán. “Supongamos que fuéramos a enviar 50.000 tropas a Siria. ¿Qué sucede si hay un ataque terrorista generado desde Yemen? ¿Enviamos más tropas allí? ¿O tal vez a Libia?”, reflexionó Obama. La estrategia actual servirá, pero llevará su tiempo”, enfatizó. - Efe/E.P.