barcelona - El no de los diez diputados de la CUP frustró ayer la investidura de Artur Mas como presidente de la Generalitat en la primera votación, pero el presidente del grupo parlamentario de la izquierda independentista y anticapitalista, Antonio Baños, no aclaró qué harán en la votación del jueves. “Vuelva el jueves”, le dijo Baños a Mas tras anunciar el no, un rechazo que justificó con el argumento de que la promesa del presidente de la Generalitat en funciones de transitar “de la autonomía al Estado catalán” en esta legislatura no sonó suficientemente convincente.
Un día después de que JxS y la CUP unieran fuerzas para aprobar en el Parlament una declaración de inicio del proceso hacia la independencia, ayer no hubo acuerdo para proclamar presidente a Mas, en una votación en la que precisaba mayoría absoluta, un mínimo de 68 diputados. Sólo los 62 diputados de Junts pel Sí (JxS) votaron a favor, frente a los 73 votos en contra de la oposición en bloque.
Mas tendrá otra oportunidad este jueves, en una segunda votación en la que necesitará la mayoría simple para ser investido, por lo que le bastaría que a los 62 votos a favor de JxS se le sumaran al menos dos diputados de la CUP y la abstención de los ocho restantes parlamentarios del grupo.
Fuentes de CDC reflexionaban que JxS no puede sacrificar a Mas porque trasladaría un mensaje de estar a merced de una CUP que “hostiga constantemente” a los convergentes, lo que haría “ingobernable” la legislatura y llevaría a sectores moderados, que se identifican con el actual president, a bajarse del tren del proceso. Sin embargo, fuentes nacionalistas no tiran la toalla y confían en un último movimiento de la CUP que permita la investidura de Mas, de manera que se evite nuevas elecciones en marzo.
incógnita Baños evitó precisamente cerrar todas las puertas a un acuerdo para el jueves, al no ser tajante a la hora de pronunciarse sobre cuál será el sentido del voto de su grupo. “Mas no saldrá hoy como capitán, pero no dude de que la tripulación la tiene y de que desea seguir navegando”, subrayó Baños, que no sugirió nombres alternativos. Baños dejó caer que Mas no puede aspirar a un “voto incondicional” de la CUP y le reprochó que no se comprometa a “levantar las alfombras” para destapar la “corrupción estructural” en Cataluña.
En la réplica, Mas, que denunció el pago a confidentes con fondos del Estado para montar “mentiras” sobre CDC, garantizó que su liderazgo no será “personalista”, en el que sería su “último mandato” al frente del Govern, y horas antes advirtió de que no está dispuesto a hacer “lo que sea” para ser president porque hay líneas rojas que no está “dispuesto a pasar”. Lo decía en respuesta a la presidenta del grupo parlamentario de Ciudadanos, Inés Arrimadas, que reclamó un president con las “manos limpias de corrupción” y lanzó un guiño al catalanismo reformista que considera una “locura” el proyecto independentista.
Más cordial en las formas fue el cara a cara entre Mas y el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, quien no obstante le espetó que “su momento político ha pasado”. El presidente del grupo de Catalunya Sí que es Pot, Lluís Rabell, reclamó un Govern que “rescate” a la ciudadanía frente a las políticas “neoliberales” de Mas.
El líder del PPC en el Parlament, Xavier García Albiol, invitó a Mas a “explorar” acuerdos con Ciutadans, PSC e incluso su partido para la gobernabilidad, en lugar de depender de un partido “antisistema y estrafalario” como la CUP. El último de los portavoces parlamentarios en intervenir fue el presidente del grupo de Junts Pel Sí (JxS), Jordi Turull, quien pidió a la CUP que no ofrezca la “cabeza política” de Mas al Estado y levante el “veto” a su investidura. - Efe
Rifirrafe entre Forcadell y la líder de Ciudadanos. La presidenta del grupo parlamentario de Ciutadans (C’s), Inés Arrimadas, y la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, protagonizaron un singular rifirrafe cuando la primera ocupaba el atril. Arrimadas llegó a pedir la intervención de Forcadell hasta en dos ocasiones para que acabara con el rumor entre los escaños que molestaban a la dirigente en su intervención. Ante sus quejas, la presidenta le respondió, extrañada: “Creo que hay silencio, antes no, pero ahora sí”, a lo que la jefa de la oposición ha replicado: “Sí, ya lo ha provocado con su intervención”.
La CUP sorprende al aplaudir la intervención de Albiol. “La base de la democracia no es el voto, sino el respeto a la ley democráticamente aprobada en un parlamento”. El líder del PPC en el Parlament, Xavier García Albiol, concluía su intervención con esta frase cuando oyó los primeros aplausos. Los diputados de la CUP se levantaron de golpe, como un resorte, e iniciaron una ovación cerrada, diez segundos de intensos aplausos. La medida de los diputados de la CUP cogió desprevenido a todo el mundo, incluso a Albiol, que bajaba, sorprendido, de la tribuna de oradores.
Artur Mas bromeó con el líder de la CUP, Antonio Baños, sobre la posibilidad de reunir en asamblea a los 62 diputados de Junts pel Sí (JxS) y los 10 de la izquierda anticapitalista para decidir la investidura. “Me ha dado un infarto”, ironizó Baños tras escuchar a Mas.