donostia - Víctimas de ETA y los GAL coincidieron en que la sociedad “tiene que hacer un ejercicio de revisión con el objetivo final del rechazo a cualquier vulneración de derechos humanos y de ver todo lo que se hizo mal en este conflicto de tantos años”. A su vez emplazaron a los partidos políticos a ser “valientes” para “dar pasos” reclamando un “perdón público” al estilo del que llevó a cabo el lehendakari Iñigo Urkullu. En el marco de las jornadas Los valores de la autocrítica, Andoitz Korta, hijo del empresario asesinado por ETA Joxe Mari Korta, recordó que su padre fue siempre “un defensor del diálogo y de la paz” y que siempre se negó al “chantaje” y al pago del “impuesto revolucionario”. Tras destacar la importancia del apoyo con el que contó con su familia, que les ayudó a la superación del “dolor y el odio”, quiso hacer autocrítica admitiendo que antes del asesinato de su padre no era “un activista de la paz” ni mostraba su apoyo a las víctimas. “Miraba hacia otro lado y eso estuvo mal”, lamentó Korta, apuntando que “también estuvo mal” cuando, tras el atentado, afirmó “que se jodan cuando asesinan a gente de ETA” o deseaba que “se murieran en la cárcel” sus presos.
Mari Carmen Hérnandez, viuda del concejal del PP en Durango Jesús Mari Pedrosa, señaló que ha sentido “rabia” pero “nunca odio porque eso me hacía daño”, asintiendo que “el perdón es importante pero no imprescindible. Lo importante es que se acepte que se ha causado dolor”. Una emocionada Pili Zabala, hermana de Joxi Zabala, víctima del GAL, calificó de “tortura psicológica” el “olvido institucional” y censuró la “connivencia” de los partidos vascos que “sabían que se estaban cometiendo abusos de poder y no lo denunciaban”. - I.S.M.