parís - Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea (CE), que en los últimos meses ha repetido por activa y por pasiva que una Catalunya independiente se vería abocada a salir de la Unión Europea, se negó ayer a valorar los resultados de las elecciones celebradas el pasado domingo bajo la premisa de que es “un asunto interno español” y que, según señaló, “es un debate profundo que agita a todas las partes integrantes de España”. “¿Quién soy yo, tras el referéndum y sobre todo antes del referéndum (sic), para querer inmiscuirme en la intimidad española?”, se preguntó.

Juncker realizó estas declaraciones en una rueda de prensa conjunta con el primer ministro de Francia, Manuel Valls, quien sí se mostró más claro. Aunque afirmó que les pertenece a los españoles “escoger su propia organización”, se mostró a favor de “una España fuerte y unida, porque todo lo que debilite a España debilitaría a Europa”.

Valls, que nació en Barcelona y conservó su nacionalidad española hasta obtener la francesa a los 20 años, en 1982, recordó que, como primer ministro francés, está muy atento a que los Estados nación “no se separen”. El representante galo también indicó que “España es un gran país de la Unión Europea”, que ha mantenido con Francia, “desde siempre”, una fuerte cooperación.

“No necesito recordar los vínculos entre ambos”, añadió Valls, que con esa opinión insistió en sus declaraciones de la víspera, cuando mostró su “convicción” de que Francia, “en estos momentos difíciles, necesita una España fuerte y unida, porque España es un socio en muchos campos”.

El pasado lunes, el portavoz comunitario, Margaritis Schinas, señaló que “no corresponde a la Comisión expresar una postura sobre una cuestión de organización interna relacionada con las disposiciones constitucionales de un Estado miembro”. Además, explicó que Juncker fue informado de los resultados de los comicios catalanes, pero que no tuvo “ningún contacto inmediato ni con el Gobierno español ni con el Gobierno regional de Cataluña”. -Efe