El candidato del PP catalán, Xavier García Albiol, se jugó su futuro en la Alcaldía de Badalona a una carta y escogió un lema de campaña elocuente de su forma de hacer política: Limpiando Badalona. El eslogan consiguió enganchar a buena parte del electorado y logró que esta ciudad fuera, junto a Gasteiz, la única de más de 200.000 habitantes en la que el PP subió en número de apoyos. Como ocurriese en la capital alavesa, el mensaje provocó también un rechazo rotundo del resto de grupos, que a la postre se unieron para enviarle a la oposición. El líder popular, sin embargo, no ha templado un discurso que mezcla reiteradamente inmigración y delincuencia, un mensaje que no ha impedido que la dirección del partido le promocione hasta liderar la lista de cara al 27-S.
El exalcalde de esta ciudad de 217.000 habitantes consiguió el pasado 24 de mayo 30.559 votos, casi 4.000 más que en 2011. Este éxito relativo -logró 10 concejales de 27- se cimentó en un discurso de rechazo a la inmigración. Valga como muestra de parte del electorado que consiguió atraer el dato de que el partido xenófobo Plataforma per Catalunya se quedó en esta localidad en el 1,66% de los votos, frente al 9% que logró en localidades equiparables como Santa Coloma de Gramenet.
Con el 33,42% de los votos, García Albiol logró los mejores resultados para el PP en Catalunya (se quedó en el 7,5%), aunque lo hizo escondiendo durante la campaña la lastrada marca popular. También en este punto coincidió con su compañero de filas Javier Maroto, si bien el mensaje del líder catalán ha ido más allá. Antes de la cita con las urnas, García Albiol pidió el apoyo a los vecinos de Badalona para lograr una “mayoría suficiente” con el objetivo de “seguir limpiando la ciudad de todo aquello que no nos gusta y que genera problemas con el resto de vecinos”. “Supongo que ya me habéis entendido”, apostillaba.
Poco antes, en abril, mostraba en Facebook su contundente oposición a la construcción de una mezquita en Badalona: “Si alguien se piensa que se podrá construir, se equivoca”. No en vano, el candidato popular no pierde ocasión para señalar a esta religión. “Estamos pagando las consecuencias de una sociedad excesivamente permisiva durante mucho tiempo”, escribía en marzo tras la detención de varios yihadistas.
Durante sus cuatro años en la alcaldía, García Albiol buscó restringir las ayudas a inmigrantes alegando que “es de justicia que quien lleva años pagando impuestos acceda a las ayudas por delante de quien acaba de llegar”. Se trataba de una de sus propuestas estrella, un objetivo claro teniendo en cuenta que en 2011 había logrado desalojar al PSC de la tercera ciudad más poblada de Catalunya con un mensaje sin medias tintas. A las puertas de aquellos comicios indicó que los gitanos rumanos son “una plaga que solo ha venido a delinquir” y en relación a los inmigrantes en general señaló que “o aceptan nuestros valores o que se vuelvan por donde han venido”. En 2006 protagonizó una agresión a un manifestante, aunque aquello tampoco evitó su progresivo ascenso en el PP catalán.