Barcelona - La amenaza velada como baza. Una vez más el Gobierno español ha respondido a la apuesta independentista catalana advirtiendo de que podría recurrir al artículo 155 de la Constitución como resorte, por el que puede intervenir en una comunidad autónoma si sus autoridades incumplen la Carta Magna y las leyes contra el “interés general” del Estado. Aunque en estos 37 años nunca se ha aplicado ni está claro cómo hacerlo al carecer de reglamento que lo desarrolle, el Ejecutivo de Mariano Rajoy se guarda el as bajo la manga vigilando cualquier desliz de Artur Mas en el decreto de convocatoria de las elecciones del 27-S, que los partidarios de la secesión encaran a modo de plebiscito. Ante semejante escenario los partidos españoles han convertido a Catalunya en el ariete de su precampaña, con PP y PSOE enfrascados en una pugna de acción-reacción respecto al proceso soberanista; mientras que desde Lakua se insta al “diálogo y la negociación bilateral” para encauzar el debate, rechazando que se adopten medidas jurídicas “traumáticas” como la suspensión de la autonomía. El PP rebajó ligeramente el tono al intuir que no será necesario recurrir al artículo ya que la propia Carta Magna ofrece “otros mecanismos” de actuación. Lo precisó el vicesecretario de Comunicación, Pablo Casado, que evitó profundizar en dichas herramientas y prefirió reclamar a Mas que se deje de “cortinas de humo”. Pero el diálogo no entra en las previsiones de Génova, al menos para su nuevo vicesecretario general de Sectorial, Javier Maroto, seguro de que “no podemos estar hablando todos los días de lo que se le ocurre” al jefe del Govern “por las mañanas”. El exalcalde de Gasteiz tiró de contundencia con las aspiraciones soberanistas: “No, y punto”. Y advirtió a Mas: “Si comete ilegalidades se tomarán las medidas oportunas”. Y en este toma y daca entró al trapo el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, que insistió en la reforma federal porque su propuesta aboga por “reconocer mayor autogobierno” a aquellas comunidades autónomas “que tengan esa vocación”, aunque cree que a Mas le interesa que Rajoy permanezca de presidente “para azuzar la fractura y el enfrentamiento”. Su visión fue ipso facto reprendida por los populares, que le conminaron a dejar de hacer “un uso electoralista y partidista” de Catalunya. La vicesecretaria de Estudios y Programas del PP, Andrea Levy, reclamó al líder socialista que tenga “responsabilidad y sentido de Estado, y demuestre generosidad política en estos momentos”.

lakua insta a debatir Ajeno a esta pugna partidista, el portavoz del Gabinete Urkullu, Josu Erkoreka, evocó que “no es la primera vez que se produce este tipo de amenaza”, en alusión a las palabras del ministro de Justicia, Rafael Catalá, quien avisó de que el artículo 155 está “plenamente en vigor y es posible su utilización”. El consejero vasco lamentó estas réplicas del poder central ante diferentes iniciativas territoriales por entender que no cuadran con la “ortodoxia constitucional”, algo que, según Erkoreka, supone una “equivocación” ya que la solución debe discurrir necesariamente a través de un “diálogo estrictamente político”. En concreto, mediante “una negociación bilateral donde se planteen los puntos de vista de cada uno y se alcancen puntos de encuentro siempre en consonancia con lo que desea y aspira la mayoría de la población”.

El portavoz del Gobierno Vasco insistió en que abordar esta disyuntiva con medidas que “de cara al futuro seguro que plantean más problemas de los que puedan resolver” únicamente conduce a un choque de trenes, una consideración que comparte el portavoz del PSE, José Antonio Pastor, quien ahondó en que es prioritario “seguir explorando hasta el último momento todas las vías de diálogo y entendimiento porque es la única forma de resolver los problemas políticos”. El socialista introdujo el matiz de que el “enquistamiento” no solo tiene su origen en la “política de hostigamiento que ha sentido parte de la sociedad catalana por el Gobierno del PP”, sino también por la “actitud suicida” de Mas. Por ello, cree que Rajoy “debe ser consciente de que la situación tiene la suficiente envergadura como para no recurrir solo a propaganda de ánimo tranquilizador”.

el govern no se arruga El Govern no tiene miedo ante lo que se puede avecinar antes del 27-S, en referencia a si desde Madrid echarán mano de la maquinaria del Estado para enredar la campaña e incluso impedir los comicios antes que recurrir a la suspensión de la autonomía si los independentistas emprenden la desconexión el día siguiente de una hipotética victoria de la lista Junts pel Sí, sumada a la plancha de la CUP. La vicepresidenta Neus Munté apeló a despojarse de temores ante los “ataques frontales nada disimulados” del Gobierno de Rajoy. “Desde la consciencia tranquila y el espíritu constructivo, solo podemos manifestar que no nos da miedo; al contrario, invitamos a las personas que hacen este tipo de declaraciones [por Catalá] a que no tengan miedo a la democracia ni a escuchar el mandato democrático de las urnas”, razonó la número dos del Ejecutivo de Mas, que pidió actuar sin “arrugarse” y con “cohesión interna”.

Quien está convencido de que el PP sería capaz de llegar a suspender la autonomía es el diputado de Amaiur Sabino Cuadra al calificar al Ejecutivo de Rajoy como “neofranquista” por su política de “miedo y amenazas”, y apuntando que la Ley de Seguridad Nacional puede ser una respuesta al proceso catalán. La líder del PP de la CAV, Arantza Quiroga, tildó a Cuadra de “simpatizante de ETA con pasado bochornoso”.