PAMPLONA. Uxue Barkos, de Geroa Bai, ha tomado hoy posesión de su cargo asegurando que se abre "un nuevo tiempo por decisión soberana de la ciudadanía", "un cambio pacífico y democrático" para una "convivencia en paz".

Ha hecho así un "reconocimiento a la normalidad democrática" y recordado a las víctimas del franquismo o a los trabajadores que pelaron para construir un edifico de derechos laborales ahora "recortados".

"Porque ellos fueron hemos llegados nosotros hasta aquí", ha dicho, y ahora "se abre una oportunidad histórica para vivir en paz" desde el reconocimiento a las víctimas, también de ETA, para lograr una "convivencia en paz" que se ha marcado como "objetivo irrenunciable".

"DEFENSORES INCANSABLES DE LOS DERECHOS DE NAVARRA" La nueva presidenta de Navarra ha expresado que ella y su gobierno serán "socios leales" con el Ejecutivo central de Madrid desde su posición de "defensores incansables" de los derechos de Navarra.

Barkos ha dicho que asume la Presidencia foral desde una posición abertzale, pero que es consciente de que "no toda Navarra" la comparte y que ella es presidenta de todos.

Navarra, ha recordado, "tiene un enclave" y una "pluralidad" singular, que es "una realidad histórica y política" aunque "no observada siempre" por todos.

Desde esa singularidad, Barkos ha adelantado su "lealtad" al Gobierno central pero también a la defensa de los derechos de Navarra, que ha cuando ha debido "compartir" lo ha hecho.

Barkos ha subrayado que el destino de Navarra "lo tomarán" todos "los ciudadanos navarros", desde sus distintas posiciones "y sin barreras".

La presidenta ha destacado el servicio que deben hacer los políticos a los ciudadanos y, por ello, se ha comprometido a mantener "una mirada atenta a los anhelos de los demás, con compromiso y servicio".

Barkos ha subrayado la obligación de "compromiso ético", expresado también en "actitudes personales" que deben mantener los políticos, al tiempo que ha llamado a todos los ciudadanos a "dar valor a la palabra dada, al respeto al pensamiento de los demás, y a la responsabilidad" para que el cambio en Navarra sea realmente "profundo".

La presidenta se ha lamentado "de los ataques infundados a la política en general, y en particular a quienes se dedican a ella", por lo que ha llamado a "una recuperación de los valores individuales" y a ser "conscientes" de que el "principio ético va con ellos".

COMPROMETE "HONESTIDAD Y FIRMEZA" EN SU TRABAJO La presidenta del Gobierno de Navarra ha comprometido en su discurso de toma de posesión "honestidad y firmeza" en la labor que tiene encomendada en esta nueva responsabilidad política.

"Solo si creemos en una Navarra mejor seremos capaces de dar lo que recibimos, de entregar a nuestros hijos el testigo que nuestros padres nos legaron" y que ella "asume", ha afirmado en su intervención.

Tras subrayar que "solo las mujeres y hombres de Navarra decidirán su destino, sin presiones de ningún tipo ni dependencias externas", Barkos ha criticado "falsos debates de intereses partidistas".

Ha reclamado por ello que se ponga la atención en dar respuesta a las prioridades de la ciudadanía, una prioridades que "requieren la máxima atención" para construir este "nuevo tiempo".

Un tiempo, ha advertido, que "nadie piense que es un paréntesis o un accidente pasajero" porque "el cambio ha venido para trabajar, para quedarse, porque nos lo exigen los navarros".

Por eso ha indicado que asume la presidencia de Navarra, "con humildad, sabiendo la trascendencia del cargo y del momento, pero también con fuerza, convicción y la cartera llena de deseos".

Y entre estos ha abogado por que los navarros decidan su destino "libre y pacíficamente", que todos sientan el euskera como "su lengua, nuestra lengua", y por desarrollar el autogobierno para así asumir mejor los retos de un mundo globalizado.

Antes había deseado también que Navarra sea una tierra en la que quede excluida la pobreza, una tierra innovadora en la que haya pleno empleo de calidad y con salarios dignos, y de la que se erradique todo tipo de discriminación.