BERLÍN - El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, reconoció en una entrevista difundida por el semanario Der Spiegel que él y la canciller Angela Merkel tienen “distintas opiniones” sobre Grecia, lo que le llevó a sacar a colación la opción de dimitir.

El veterano político cristianodemócrata aseguró que “es parte de la democracia que de vez en cuando se tengan distintas opiniones”, pero sostuvo que en política nadie puede obligar a otros a tomar decisiones propias de su cargo. El ministro, que aseguró que la canciller “puede confiar” en él, señaló que “no hay que preocuparse” porque la jefa del Gobierno alemán y él tengan en algunos asuntos tesis diferentes.

Schäuble se ha destacado en las últimas semanas por representar a la más dura de la eurozona frente a Atenas, una postura que alcanzó el pasado fin de semana su máximo exponente al plantear una “salida temporal” de Grecia del euro.

Si para muchos griegos el ministro representa la bestia negra de la economía de su país, Schäuble disfruta en Alemania de máximos de popularidad, por encima de la propia canciller.

A este polémico respecto, Schäuble aseguró en la entrevista: “Nunca hemos dicho que Grecia debía irse de la eurozona. Sólo hemos apuntado la posibilidad de que Atenas pudiese ella misma optar por una pausa”.

El titular alemán de Finanzas considera que “la gran pregunta” en estos momentos es si el primer ministro griego, Alexis Tsipras, llevará a cabo el programa de reformas y ajustes acordado a cambio del tercer programa de rescate, de 86.000 millones de euros. “Tsipras rechazó anteriormente un programa similar y después apostó por el no en el referéndum y obtuvo una gran mayoría. Ahora él quiere hacer lo contrario de lo que defendió. Se puede tener dudas”, explicó. No obstante, Schäuble le dio un voto de confianza: “Pero yo confío ahora en las afirmaciones de Tsipras, eso exige la justicia. Él ha asegurado que implementará el programa, incluso a pesar de que no cree en él. Vamos a ver”.

Las bases de la condicionalidad del nuevo programa heleno son, en el fondo, cuestiones acordadas en 2010, cuando se cerró el primer rescate griego, pero que “por desgracia” no se implementaron, señala el ministro, que califica de “sinsentido” asegurar que Grecia se ha convertido en una “colonia” europea. - Efe