gasteiz - Los populares vascos se metieron ayer en el túnel del tiempo para recuperar sus mensajes más duros contra el PNV, incluso metiendo de por medio a un PSE al que también acusaron de haber estrechado la mano a quienes “no condenan el terrorismo”. En el homenaje tributado en Ermua a Miguel Ángel Blanco, concejal del PP secuestrado y asesinado por ETA en 1997, la formación conservadora terminó desviando su discurso hacia la crítica política contra el nacionalismo vasco, al que acusó de beneficiarse de la amenaza de la organización armada.

La presidenta del PP vasco, Aran-tza Quiroga, quien en los últimos tiempos ha protagonizado contadas apariciones públicas y que tiene ante sí el reto de enderezar el rumbo de su partido ante los pésimos resultados de las pasadas elecciones, insinuó que la representación institucional de los partidos nacionalistas está sobredimensionada porque muchos constitucionalistas tuvieron que abandonar Euskadi por la amenaza de ETA. El PP, que solo gestiona tres ayuntamientos y que no ha introducido cambios tras el batacazo electoral, optó ayer por opinar que “la hegemonía” del actual “poder” del nacionalismo está “sesgada” por “la limpieza étnica provocada por el terror” y por la ausencia de “miles de ciudadanos que tuvieron que exiliarse por la presión de ETA”.

Las declaraciones de Quiroga añaden una nueva muesca en la deteriorada relación con el PNV. Hace unos meses, opinó que, si fuera por los jeltzales, ETA seguiría matando. A esas acusaciones se sumaba la falta de respuesta de Rajoy a las demandas del lehendakari. Cuando parecía que la relación no podía empeorar, el PNV descabalgó al exalcalde Javier Maroto de Gasteiz pactando con otros partidos. En cualquier caso, las declaraciones de Quiroga no son nuevas, ya que retrotraen a la propuesta de reforma electoral que azuzó su antecesor Antonio Basagoiti cuando pidió que pudieran votar en la CAV y Navarra los amenazados por ETA que optaron por abandonar estas comunidades.