Barcelona - Con la cita del próximo 27-S en el horizonte y la ruptura de CiU lejos de cicatrizar, el líder de Unió, Josep Antoni Duran, se postuló ayer como una alternativa al “populismo de la independencia exprés”, en alusión a Convergència, ERC y CUP. En opinión del diputado catalán, estos grupos “trivializan la idea de la independencia”, razón por la que reclamó el apoyo de los ciudadanos para que los catalanes se hagan respetar “dentro de las reglas de juego”. Las declaraciones de Duran llegaron precisamente en el día en el que el barómetro del Centre d’Estudis d’Opinió (CEO) daba una victoria con un 50% de los votos al no en una eventual consulta sobre la secesión frente al 42% de apoyos al .

El secretario general de Unió indicó en una carta que su formación es una alternativa a todos los tipos de populismo, como el que “trivializa la idea de la independencia de Catalunya hasta que la convierte en una especie de camino de rosas”. “No habla de la independencia como concepto pero sí del uso que se hace: una independencia exprés, de acceso inmediato sin grandes costes, sufrimientos y rupturas”, señaló.

En su misiva, el líder de Unió evitaba referirse explicitamente a las formaciones soberanistas, si bien cargaba con dureza con su proceder. Duran i Lleida acusó a estos partidos de prometer celebrar unas elecciones con carácter plebiscitario en sustitución de la que el Gobierno prohibió, y que, en caso de ganar aunque sea por un diputado, se decidirá la independencia y la redacción de una Constitución “que llevará a un referéndum que no se dejará hacer, y luego a declarar una independencia que toda Europa en pie asumirá y obligarán a España a negociar”.

Frente a esta posición, apenas dos semanas después de que cristalizase la ruptura de CiU, Duran reclamó el apoyo de los ciudadanos para que los catalanes se hagan respetar “dentro de las reglas de juego” del Estado, la UE y la comunidad internacional, y también para combatir el populismo económico y social que personificó en el Gobierno griego. El líder de Unió sí mencionó en este caso las siglas de BComú, a quienes acusó de tener una “extraordinaria facilidad para contratar en Barcelona las parejas de miembros del equipo de gobierno”.

En este contexto, Duran atribuyó a su formación el papel de no permitir que Catalunya se rompa, como le ha ocurrido a su partido. “Tanta ruptura no es buena para Catalunya. Hasta la ANC tiene su cuerpo social divido y deben hacer una consulta interna. Y si nuestra pregunta era complicada, no es precisamente sencilla la suya”, señaló en alusión a la Asamblea Nacional Catalana, que precisamente este fin de semana se posiciona en torno a la propuesta de lista de país de Mas.

el barómetro Mientras Duran se posicionaba en este sentido, ofreciéndose como alternativa a las posturas soberanistas, la Generalitat daba a conocer ayer el último barómetro del Centre d’Estudis d’Opinió (CEO), realizado, no obstante, antes de la ruptura definitiva de CiU. Según esta encuesta, el no a la independencia ganaría con un 50% de los votos frente al 42,9% del sí. El barómetro indica, además, que CiU mantendría sus apoyos en las elecciones con en torno a un 13,3% de los votos, empatado con ERC, que caería hasta este porcentaje de apoyos.

Los porcentajes relativos al hipotético apoyo a la indepencencia contrastan con las cifras de marzo, cuando los partidarios del no a la independencia representaban un 48% de la sociedad catalana y superaban al en casi 4 puntos (44,1%). En el barómetro previo, de 2014, el no llegaba al 45,3%, mientras que el se situaba a menos de un punto (44,5%).

Los resultados en relación al 27-S, distorsionados por contar a CiU como coalición, indican, además del empate entre CiU y ERC, un ligera merma de los apoyos a Podemos, que bajaría ligeramente, del 11,6% al 10,8%. Lo mismo ocurriría con ICV-EUiA, que pasaría del 3,8% al 3,6%. El PSC, por su parte, subería del 6,8% al 9,2%, mientras que CUP (7,6%) y PPC (2,4%) también subirían ligeramente. - DNA/E.P.