Valencia - El abrazo matinal entre Ximo Puig y Mónica Oltra antes de iniciarse la sesión de constitución de las Corts Valencianes, que arremolinó como nunca antes a la prensa gráfica, delataba cómo la izquierda había logrado reconducir las negociaciones que horas después culminaron en la firma del acuerdo programático para el Consell de la Generalitat a falta de saber, eso sí, quién será su presidente. PSPV-PSOE, Compromís y Podemos apuntan hacia un tripartito que desalojará al PP de su hegemonía en el poder y que dejará finalmente en fuera de juego a Ciudadanos después de que los socialistas amagaran con reeditar una alianza similar a la acontecida en Andalucía.

La foto conjunta del secretario general del PSPV-PSOE y la líder de Compromís, amén del dirigente de Podemos, Antonio Montiel, desencalla el quiebro del diálogo suscitado el martes después de que a Puig, que se sintió “insultado”, no le gustara un ápice cómo Oltra se postulaba para regir el territorio cuando el día anterior habían consensuado las políticas sociales, lo que obligó a retrasar la oficialización de este documento, el denominado Acord del Botànic -por rubricarse en el Jardín Botánico de Valencia-, que aborda un plan de choque contra la pobreza, la lucha contra la corrupción, el cambio de modelo productivo, la financiación autonómica y el impulso de los servicios públicos, ejes básicos del futuro ejecutivo.

La sintonía recuperó además la normalidad con el nombramiento del socialista Francesc Colomer como presidente de las Corts, mientras que Enric Morera (Compromís) será vicepresidente primero; el popular Alejandro Font de Mora, vicepresidente segundo; Emilio Argüeso (Ciudadanos) secretario primero; y Marc Pallarés (Podemos), secretario segundo.

Puig mostró su confianza de que ahora mejorarán las relaciones para plasmar el nexo del bloque de izquierdas después de días “que no han sido los mejores”. “Se debe abrir el camino a la solución porque tenemos que cambiar el calendario escolar, abrir los comedores, buscar fórmulas para reactivar la economía y plantarnos en Madrid para la financiación autonómica”, valoró el socialista, que entiende que todo ello “exige un gobierno ya”. Morera, de Compromís, añadió que “no vamos a defraudar la esperanza de miles de ciudadanos”, descartando del proceso de cambio a la fuerza naranja porque “es la marca blanca del PP”. A su vez, Oltra dejó la elección del presidente para más adelante. “Hoy hemos cerrado el qué y mañana hablaremos del quién. Tengo la absoluta convicción de que tendremos un gobierno de cambio, fuerte y dialogante”, aventuró, sin entrar ya en la condición de ser ella quien conduzca la nave. Y mientras Montiel (Podemos) se felicitaba de que el acuerdo no es a tres sino a cuatro bandas, la última de ellas con la sociedad civil, Puig zanjaba el encuentro, con vistas de cristalizarse, apostillando que habrá “un gobierno compartido porque va a ser de todos y para todos”.

Lo que también parece indiscutible es que Joan Ribó (Compromís) será el alcalde del Ayuntamiento de la capital, extremo que fue ratificado incluso por Puig, porque así los socialistas se asegurarían a cambio Gandía y Torrent, mientras que Alzira caería del lado de Compromís.