Bilbao - El PNV se ve con las encuestas a favor de cara a las elecciones municipales y forales de mayo, y en las últimas jornadas ha logrado sellar un relevante pacto con el alcalde de Gernika-Lumo, José María Gorroño, de EA, para presentarse juntos a los comicios, un movimiento que ha escamado a la izquierda abertzale. En ese contexto, los jeltzales creen que no necesitan entrar en la estrategia de la confrontación con otros partidos, una vía a la que sí ven que han recurrido formaciones como el PP por la necesidad de sacar la cabeza ante sus negras perspectivas electorales. La presidenta de la Ejecutiva vizcaína del partido, Itxaso Atutxa, optó ayer por zanjar de alguna manera la última polémica con Sortu en materia de paz, recordó que la izquierda abertzale rectificó, y quiso pensar “que solo fue nerviosismo” en lugar de atribuir sus acusaciones “a la mala intención”.

Sortu acusó anteayer a los jeltzales de haberle pedido que no denunciara las presuntas irregularidades que pueda detectar en su gestión, una afirmación que no contextualizó y que dio pie a entender que los jeltzales habían puesto esa condición en la oscuridad de los despachos y a cambio de pactar sobre la paz. El PNV lo desmintió, ya que las declaraciones se enmarcaban en una respuesta genérica de Andoni Ortuzar en una entrevista en Onda Vasca. En la cadena Ser, Atutxa apostó por “normalizar esto en cuanto se pueda”. Opinó que la “posición de favorito” del PNV y ver que no está en la vía de la confrontación “hace que otros estén buscando” a los jeltzales. El PNV, por el contrario, “no desea caer en confrontaciones” y prefiere intentar el acuerdo “incluso en etapa preelectoral porque el país lo necesita”. - M. Vázquez