Bilbao - “Hemos demostrado que nuestras reivindicaciones no son solo de los sindicatos, sino de todos los ertzainas”, resumía ayer un portavoz sindical mientras miles de agentes copaban Jardines de Albia y sus aledaños y llevaban sus sonoras protestas a las mismas puertas de Sabin Etxea. “Esperemos que esta movilización suponga un antes y un después”, agregaba al término de la marcha de ayer en Bilbao en referencia al desencuentro total de las centrales con el Departamento de Seguridad en lo que a la defensa de sus derechos laborales se refiere. De no obtener una respuesta inmediata, no habrá tiempo para el descanso y mañana mismo todos los sindicatos en unidad de acción -ErNE, ESAN, ELA, Sipe y Euspel- protagonizarán una nueva concentración ante el Parlamento Vasco, donde han sufrido los reproches del lehendakari Iñigo Urkullu en sus dos últimas convocatorias. Sin embargo, la situación no parece próxima a reconducirse, toda vez que la consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, se sumó ayer a las críticas de Urkullu y denunció las “absolutamente desproporcionadas” formas de protestar de “algunos representantes sindicales de la Ertzaintza”.

Por el momento, los convocantes destacaron el éxito de la movilización en Bilbao, en la que se congregaron más de 3.000 agentes según sus estimaciones. “Se han manifestado todos los ertzainas que estaban de libranza”, celebraba un portavoz sindical, haciendo así hincapié en la dificultad de promover una protesta de estas características. Se fletaron diez autobuses desde los tres territorios para sumarse a la marcha -la tardanza de uno que partió de Donostia retrasó su inicio unos minutos- y hay agentes que acudieron sin dormir, nada más terminar su turno laboral, mientras que otros se incorporaron al trabajo justo después.

A las 10.40 horas, y precedida por el sonido de una txalaparta, salió por fin de Sagrado Corazón una marcha especialmente ruidosa, acompañada en todo el recorrido por bocinazos y proclamas como “Urkullu, escucha, la Ertzaintza está en la lucha”, “Gabirondo kanpora” o “Negociación, no imposición”. Emblemas de todos los sindicatos, grandes globos con el emblema de la Ertzaintza enfadado y caretas con la misma efigie aportaron la nota de color.

Recuperar derechos Las reivindicaciones volvieron a incluir la paralización del Plan Horizonte 2016 y negociar un nuevo acuerdo regulador, la RPT y un concurso de traslados; en definitiva, “recuperar todos los derechos acordados y restringidos desde 2010”.