Madrid - “Ningún país está libre de la amenaza yihadista”, afirmó ayer el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, al informar de la desarticulación en Ceuta de una célula yihadista el mismo día en que se conoció que la marroquí detenida en Barcelona por intentar llegar a Siria para unirse al Estado Islámico adoctrinaba a su hijo de 3 años haciéndole repetir frases como “degüello al policía” o “quiero ir con los muyahidines”. La célula neutralizada por la Policía en una operación en la que fueron detenidos dos presuntos terroristas, estaba plenamente preparada y dispuesta para atentar. El grupo desmantelado estaba integrado por personas ya radicalizadas y concienciadas para la ejecución de atentados tanto en España como en el resto de Europa.

Los detenidos, de nacionalidad española y de origen marroquí, seguían las directrices del autoproclamado Estado Islámico o DAESH a través de una poderosa y agresiva campaña de comunicación y difusión mediática en las redes sociales y páginas yihadistas de Internet, informó el Ministerio del Interior. Esta operación es continuación de la desarrollada el pasado 24 de enero en la que fueron detenidos otros dos parejas de hermanos miembros de la misma célula. Todos ellos presentan perfiles coincidentes con los de los autores de los atentados llevados a cabo en París (Francia) los pasados 7 y 8 de enero, lo que evidencia su alto nivel de radicalización y potencial peligrosidad.

Los integrantes del grupo estaban preparados “tanto física como mentalmente” para la yihad y adoptaban complicadas medidas de seguridad en sus desplazamientos y comunicaciones. Tenían acceso a la adquisición de armas de fuego en el mercado negro y una clara predisposición para su uso en un potencial atentado, hecho que para la Policía se evidencia después de que en enero se les incautara una pistola en el registro domiciliario de uno de los detenidos entonces.

El titular de Interior incidió en que los detenidos ayer no responden al perfil de “meros adoctrinadores o personas que se están radicalizando en la red” sino que ya estaban “perfectamente preparados” para cometer atentados cuando lo consideraran oportuno bajo las órdenes del autoproclamado Estado Islámico o DAESH.

Para el ministro, esta operación antiyihadista confirma que ningún país está exento de la amenaza y que tanto las fuerzas de seguridad como los servicios de inteligencia “están haciendo los deberes” en cooperación “muy intensa” con otros países, especialmente con Marruecos, lo que conduce con éxito a desmantelar una nueva célula yihadista. - DNA