barcelona - El coordinador general de CDC, Josep Rull, denunció ayer que el Gobierno “tiene una obsesión patológica por intentar residualizar Catalunya” y apuntó que la refundación de su partido “no es maquillaje”, sino que hay voluntad de cambio reflejada en una hoja de ruta aprobada por unanimidad.
Rull se refirió, en su intervención ante el Consell Nacional de CDC, cuya reunión se celebró en el World Trade Center de Barcelona, al recurso que el viernes aprobó el Gobierno central contra la Ley catalana de Acción Exterior.
Según Rull, recursos de inconstitucionalidad como el aprobado evidencian “una obsesión patológica por intentar residualizar Catalunya, en un combate permanente contra el autogobierno catalán” por parte de “un Estado cada vez más cerrado y un gobierno con tics cada vez más autoritarios”. “El Gobierno español -señaló Rull- ha decidido que no existimos, que no tenemos derecho a proyectarnos en el mundo, pero no se saldrá con la suya: Catalunya ejercerá como nación aquí y en todas partes, y el Govern cumplirá su función como gobierno de nuestra nación”.
Rull, número dos de CDC después del presidente del partido, Artur Mas, explicó que la visión que tiene el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, “de una Catalunya independiente vagando por el espacio sideral” sin reconocimiento de otros países, “no es realista”. “Ayer (el viernes) quisieron ponernos una mordaza”, lamentó, y esto indica que el Estado “ha renunciado a ser el de los catalanes” y “nos da más motivos para desear un Estado independiente”.
Rull cargó también contra Podemos al recordar que a su líder en Cataluña, Gemma Ubasart, “le hemos escuchado hablar de odio contra el presidente Mas”; pues bien, ha recalcado, “esta es la antítesis de lo que representa CDC, una oleada de libertad”.
El Consell Nacional de CDC aprobó por unanimidad, y con una sola abstención, el documento propuesto por la dirección para avanzar en la “refundación” del partido, en el que se apuesta por “propagar la bondad de la independencia” ya que cree que “el Estado propio es posible” y representa “la única salida” para Catalunya. Sobre este proceso de refundación, Rull indicó que “nos refundamos para refundar la cultura del pacto, puesto que sumar y construir es más importante que restar y deconstruir”. “No nos refundamos, porque hayamos hecho algo mal -dijo-, sino porque para nosotros refundar es la mejor forma de ser más fuertes y poder ser más útiles a la sociedad”. Quiso dejar claro, en este punto, que “no es una cuestión de maquillaje o de un cambio de chapa o de pintura, sino de adecuarnos a la realidad para poder seguir siendo lo que somos, convergentes”.
El documento en el que se basa el proceso de refundación contempla tres ejes, el nacional, el ético y el socioeconómico, sobre los que el partido irá trabajando en los próximos meses en vistas a una Convención Nacional prevista para julio (antes de las elecciones del 27-S) y en el posterior congreso, previsto para antes de febrero de 2016. CDC establece en el documento que las elecciones catalanas son “clave” y “tienen que ser un plebiscito”, e incide en la necesidad de construir un nuevo Estado, porque el español “ha renunciado a ser el de los catalanes”, al tiempo que aboga por combatir la corrupción y promover más democracia interna.
ejes Bajo el título Convergència, a punto. Un partido nuevo para un país nuevo, el texto describe los tres ejes, y en el “nacional” aboga por ampliar “la mayoría social a favor de la independencia” y “preparar estructuras de Estado”. En el eje ético, el partido aboga por estar “más abierto a la sociedad” y por hacer un “combate” a la corrupción”. En el eje socioeconómico, aboga por potenciar el estado del bienestar, una economía al servicio de las personas, una sociedad emprendedora, la cohesión y la justicia social, la paridad de género, el laicismo y la sostenibilidad. - Efe