Bilbao - La Asamblea Nacional Catalana (ANC) pretende impulsar un proceso soberanista que se halla en situación de impasse y, ante el temor de resoluciones judiciales o procedentes desde el Gobierno español que minen el autogobierno catalán, creará un órgano que asuma la gobernación si se intervienen o suprimen instituciones catalanas como el propio Govern. En el supuesto de llegar a ese extremo, el nuevo ente, constituido con el nombre de Assemblea catalana de Càrrecs Electes, tendría como misión prioritaria la declaración unilateral de independencia y más tarde la formación de un Ejecutivo provisional.
La ANC quiere que este órgano esté formado por todos aquellos cargos -sean municipales, locales, parlamentarios de la Cámara catalana, del Congreso, del Senado o de la Eurocámara- que se muestren abiertamente a favor del soberanismo. Todo ello pertenece a la primera campaña que emprenderá la ANC (Els ajuntaments per la independencia), en la que insta a los alcaldes que avalan el Estado propio a ponerse a disposición del nuevo Parlament surgidos de los comicios de septiembre si hay mayoría soberanista, de manera que respalden los acuerdos que puedan ponerse en marcha para sacar adelante el proceso constituyente de un nuevo Estado catalán.
De hecho, la Asamblea Nacional Catalana, al igual que proclamaron Artur Mas y Oriol Junqueras, concibe las municipales del próximo 24 de mayo como la primera vuelta del 27-S, por lo que anima a votar en clave nacional y plebiscitaria. Uno de los puntos más controvertidos, sin embargo, será pedir a los concejales que asuman el cargo por imperativo legal para evidenciar así su intención de desobedecer la Constitución española y su fidelidad al derecho de autodeterminación de Catalunya.
Pese al escenario que maneja la Asamblea Nacional Catalana, la Generalitat no piensa que puedan suspenderse las instituciones catalanas. Según el secretario general de Unió, Ramon Espadaler, ni siquiera se descarta aún un proceso dialogado con el Estado aunque “parezca imposible”. Y es que a su juicio, “no hay otra salida que no sea dialogada y hablada” con el Ejecutivo español, “con la fuerza de la ciudadanía catalana, para decidir nuestro futuro y poder votar”, por lo que apuesta por trabajar desde la política y la concertación, poniendo toda la energía en el diálogo “aunque parezca reiteradamente difícil e imposible”.
Ejes de ICV Por su parte, el programa de ICV para el próximo ciclo electoral apela a desarrollar un proceso constituyente que desemboque en un Estado catalán “libre y soberano” dentro de una España plurinacional. “Catalunya tiene que ser un sujeto político soberano que decida libremente su futuro”, afirmó ayer la coordinadora nacional de la formación, Dolors Camats, quien ofertó un “pacto de soberanía” que dote a Catalunya de un “reconocimiento específico y propio” fuera del régimen común de la Constitución española.