Atenas - El primer ministro griego, Alexis Tsipras, afirmó ayer que “lo difícil empieza ahora” en las negociaciones con los socios de la eurozona después de que el Eurogrupo acordase extender cuatro meses la ayuda financiera al país. “Hemos ganado una batalla, no la guerra. Lo difícil empieza ahora”, aseguró ayer Tsipras en un mensaje televisado. El primer ministro destacó que Grecia ha conseguido “una negociación exitosa”. “Ayer hicimos fracasar el plan de las fuerzas conservadoras en Grecia y en el extranjero para asfixiar a nuestro país y demostramos que Europa es un espacio para la negociación y los compromisos beneficiosos para ambas partes y no un espacio de exterminación, de sumisión y de castigo”, remarcó Tsipras. En este sentido añadió que “el día de ayer es más importante para Europa que para Grecia” y apuntó que hace casi 20 días que se hizo cargo de un país “al borde del abismo y con las cajas vacías”.
Tsipras reiteró que el acuerdo conseguido “deja atrás la austeridad y los memorandos (programas de recate)” e inicia la negociación para lograr “el crecimiento, el empleo y nuestro futuro europeo”. Para el primer ministro heleno, este pacto “acaba con las reducciones de salarios y pensiones, con las medidas que llevan a la recesión y con los superávits exagerados”.
En su discurso Tsipras también tuvo palabras para el pueblo griego a quien calificó de “mejor aliado del Gobierno” y agradeció su apoyo “sin el cual no podríamos haber ganado esta batalla”. Tras la decisión del Eurogrupo de extender el crédito de Grecia cuatro meses, Atenas trabaja a contrarreloj para presentar mañana las reformas concretas que convenzan definitivamente a sus socios, mientras celebra un acuerdo que asegura que deja atrás la era de los rescates. Tras tres Eurogrupos y tensas negociaciones marcadas por el tira y afloja entre Atenas y Berlín, escenificado por sus ministros de Finanzas, Yanis Varufakis y Wolfgang Schäuble, el Gobierno griego ha logrado un acuerdo, que si bien depende de las propuestas concretas que presente mañana, mantiene parte de sus líneas rojas. Se suprime el objetivo de superávit primario del 3 % del PIB para este año y del 4,5 % para 2016 y en su lugar, el crecimiento se fijará en función de “las circunstancias económicas” de Grecia.Atenas ha conseguido también congelar las medidas que exigían aumentar el IVA, una medida que afectaba especialmente al turismo, el motor económico de la economía helena, y reducir las pensiones.
En su lugar, ha logrado centrar el pacto con los socios en base al objetivo común de combatir la evasión fiscal y la corrupción, reformar la administración pública y luchar contra la crisis humanitaria. “Grecia ha pasado página” o “estamos empezando a ser coautores de las reformas” fueron los mensajes que lanzó el Ejecutivo nada más conocerse el resultado de la reunión para transmitir que no ha dado marcha en todas sus posiciones, sino ha ganado “tiempo” para negociar un acuerdo más amplio.
Contrapartida Como contrapartida, el Gobierno de Alexis Tsipras se ha comprometido a no dar ningún paso unilateral que pueda tener consecuencias financieras y comprometer la recuperación económica. Según el Ejecutivo esto no afecta al aumento del salario mínimo, porque, como adelantó Varufakis, no tiene ningún impacto fiscal.
Fuentes gubernamentales remarcaron que Atenas “continuará con la aplicación de su programa de Gobierno”, es decir, empezará a legislar, como ya anunció Tsipras este martes, sobre los asuntos más urgentes. Una ley que amplía el círculo de personas que pueden acogerse al pago en cien plazos de sus deudas con Hacienda y otra que protege contra los desahucios de la primera vivienda. Aunque estaba previsto que ambas se introdujesen la semana pasada en el Parlamento su tramitación se retrasó para evitar trasladar un gesto de provocación a Bruselas en medio de la tensa negociación.
El ministro de Economía español, Luis de Guindos -firme apoyo de la posición alemana-, afirmó el viernes que Varufakis informó a sus homólogos de que Grecia había retirado la ley sobre los desahucios, pero fuentes del Ministerio de Economía griego aseguraron ayer que el proyecto sigue en marcha y se introducirá la semana que viene en el Parlamento. En los próximos días también se empezará a debatir la norma sobre los pagos a plazos de las deudas con la Hacienda. Tras el acuerdo logrado, al Ejecutivo no le han faltado las críticas internas del principal partido de la oposición, el conservador Nueva Democracia, que acusa a Syriza de firmar “un tercer rescate” y con condiciones “mucho peores”.