donostia - El secretario general de Paz y Convivencia del Gobierno Vasco, Jonan Fernández, entregó ayer al alcalde de Donostia, Juan Karlos Izagirre, el documento Retratos municipales de las vulneraciones del derecho a la vida en el caso vasco, que recoge los 131 donostiarras o personas asesinadas en Donostia entre 1960 y 2010 por organizaciones de distintas violencias o abusos policiales. Se trata de 107 víctimas mortales ocasionadas por ETA, ETAm, ETApm y los Comandos Autónomos Anticapitalistas; cuatro del GAL, BVE, GAE y ATE; once fallecidos por excesos policiales; cuatro cuya autoría está confusa -apartado donde Lakua incluye a la niña Begoña Urroz-; y otras cinco en los que los autores del informe, de la Secretaría de Paz y Convivencia, reclaman más investigaciones.
Este documento informativo ofrecido al Consistorio donostiarra para facilitar el impulso de actuaciones memoriales y de reconocimiento a las víctimas, fue entregado ayer tras una breve reunión que mantuvieron miembros del Gobierno municipal encabezados por Juan Karlos Izagirre y de la Secretaría de Paz y Convivencia, con Jonan Fernández al frente. El secretario gubernamental explicó que trabajos como el presentado ayer y la semana pasada en Bilbao, así como otros 144 que se entregarán en los próximos meses en otras tantas localidades, se han llevado a cabo “revisando y contrastando todos los listados publicados sobre víctimas, tanto los del Gobierno Vasco, como los del Ministerio del Interior, como los del Gobierno de Navarra, asociaciones de víctimas, medios de comunicación e incluso particulares”, una tarea que Fernández definió como “complicada” porque “hay diferencias en torno a bases de datos”, si bien garantizó que “el contraste realizado permite un acercamiento riguroso a lo que realmente ha ocurrido”.
“Tampoco se trata de un documento de reconocimiento oficial de víctimas, sino de un documento informativo, que constata los casos conocidos y constatables de vulneración del derecho a la vida”, señaló el secretario de Paz, quien advirtió de que se trata de un documento “abierto” puesto que el reconocimiento de víctimas es “todavía un proceso en marcha, que está también en discusión y que está inacabado”.
Que sea un documento “abierto” fue, junto al de “carácter inclusivo” una de las dos características que reclamó el alcalde, por su parte. Izagirre calificó de “positivo” el documento recibido ayer, pero advirtió de que el trabajo de Lakua es “un documento más”, puesto que “faltan víctimas”. Izagirre, que no detalló qué tipo de víctimas pueden faltar, prometió que el documento recibido “se añadirá” a los que ya tiene el ayuntamiento, “oficiales y no oficiales”, y con los que está elaborando el Mapa de la Memoria de la ciudad. Se trata de una iniciativa reclamada por los tres partidos de la oposición y al que el propio alcalde de la ciudad se ha comprometido.