Madrid - El lehendakari, Iñigo Urkullu, declaró ayer en Madrid que le parece suficiente que los presos de ETA hagan un reconocimiento del daño causado sin necesidad de que muestren arrepentimiento por su pasado o incurran en una delación de sus compañeros a la hora de la colaborar con la Justicia, por ejemplo, para esclarecer crímenes sin resolver.

Al ser preguntado en un desayuno informativo organizado por Europa Press por el último comunicado del colectivo presos de ETA del pasado día 9 en el que advertían de que no expresarán arrepentimiento por su pasado ni incurrirán en delaciones, Urkullu subrayó que ninguno de los presos de la vía Nanclares (disidentes de la banda) se ha expresado en términos de arrepentimiento o de delación. “Sin embargo sí se han expresado en lo que es un reconocimiento del daño causado y mirada crítica del pasado y es esa vía la que estamos planteando”, precisó el lehendakari.

Tanto el arrepentimiento como la colaboración con la Justicia son dos de los requisitos que marca la ley a los reclusos de ETA para poder acceder a beneficios penitenciarios. Sobre este punto, Urkullu admitió que los presos “saben” que pueden acogerse a los beneficios pero que aún así renuncia a ellos, por lo que “ellos mismos son sujetos que provocan una tensión”. Por ello sostiene que los presos de la banda “puedan decidir libremente su propio estatus” sin estar sometidos a las “directrices interesadas” que pueda imponer ETA.

De este modo, el lehendakari pretende facilitar a los presos de la banda a que pasos en el camino de la reinserción, abrazando para ello el programa Hitzeman y Zuzen Bidean impulsados para este fin por el Gobierno Vasco a través de la Secretaria de Paz y Convivencia. Hasta el momento, según han reconocido desde Lakua, solo un reducido número de reclusos de la banda han preguntado o mostrado interés por esta iniciativa.

Reunión con etxerat En esta línea se puede interpretan también la reunión que el lehendakari mantendrá con la asociación de familiares de presos de ETA y de la izquierda abertzale ilegalizada (Etxerat), después de que esta le haya solicitado un encuentro para hacerle entrega de su informe anual.

Fuentes de Presidencia del Gobierno Vasco confirmaron ayer que este colectivo de allegados de reclusos cursó al jefe del Ejecutivo de Gasteiz antes de diciembre una petición para mantener una entrevista. Ambas partes trabajan ahora en cuadrar sus agendas para celebrar un encuentro para el que todavía no se ha cerrado ni la fecha ni el lugar.

Se trata de una reunión que el Ejecutivo autonómico enmarca en la agenda ordinaria del lehendakari, que mantiene de manera habitual citas con distintas asociaciones y agentes sociales. Urkullu se convertirá de esta manera en el primer lehendakari que mantiene un encuentro oficial con familiares de presos de ETA.

Urkullu expuso que actualmente “la disyuntiva es avanzar desde el acuerdo y la concertación o mantener la incomunicación y las decisiones unilaterales” y se refirió a las 18 iniciativas puestas en marcha por su Ejecutivo y que, a su juicio, responden al “sentir mayoritario de la sociedad vasca”. Empezó por pedir a ETA “el desarme y desaparición sin ningún tipo de condicionamiento político”.

También citó su propuesta sobre la “aplicación de la política penitenciaria y resocialización de las personas presas”, una iniciativa que, por el momento, no ha sido tenido en cuenta por el Gobierno de Mariano Rajoy, que defiende que no habrá cambios en las cárceles mientras la banda no se disuelva. Urkullu volvió a reivindicar su petición de que les sean transferidas a Euskadi la competencia penitenciaria. - DNA